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Hace poco más de un año en relación a la triste causa del desaparecido Daniel Solano sostuvo que aquellos que tenían datos sobre el hecho debían hablar porque si no iban a “pagar justos por pecadores”, es decir perejiles por culpables. Este año ante la existencia de delitos cometidos por menores, de forma muy liviana sugirió que “los jueces no debían apegarse tanto a la ley”. Esta semana haciéndose el Eliot Ness difundió una lista de ciudadanos que supuestamente integran bandas delictivas de Bariloche. Debe saber el gobernador que la búsqueda de mejor seguridad no le permite pasar limites que determinan la función de cada poder público. No se explica cómo ante el conocimiento de estas circunstancias no exista denuncia alguna por parte del ejecutivo. Otra vez el gobernador atrasa doscientos años violando derechos esenciales como el principio de inocencia además de estigmatizar barrios enteros del alto barilochense.
Leandro Massaccesi (Proyecto Rio Negro-Viedma)
16 noviembre 2024
Opinion