Por estas razones resulta fundamental asumir con responsabilidad las salidas a la luz del sol y tomar las medidas preventivas necesarias.

En este sentido, el Ministerio de Salud recomienda a la población que evite exponerse al sol entre las 9 y las 16, permanecer en lugares con sombra o protegerse con sombrillas; cubrirse con ropas holgadas y de colores claros, sombreros y anteojos de sol; utilizar protector solar que bloquee la radiación UVB y UVA (Radiación Ultravioleta A y B) y evitar la actividad física o reuniones en lugares cerrados y calurosos.

Además, se realiza un llamado a los medios de comunicación a incorporar la información del índice de radiación UV a los reportes sobre el clima brindados oportunamente. El índice está compuesto por una escala de 0 a 11: de 0 a 5 la radiación ultravioleta es baja o moderada, alta o muy alta de 6 a 10 y extremadamente cuando el índice alcanza el 11 en la escala. Esta información puede visualizarse en páginas sobre clima como www.nuestroclima.com o www.tutiempo.net, entre otras.

En nuestra zona, durante esta estación el índice es superior a 11, es decir extremadamente alto, por lo que resulta fundamental atender las recomendaciones brindadas.

En cuanto a la realización de actividad física se recomienda no realizar ejercicio en ambientes calurosos y tomar líquido antes, durante o después de practicar cualquier actividad al aire libre.

En relación a la alimentación, Salud aconseja tomar mucha agua durante todo el día, consumir alimentos frescos como frutas y verduras, evitar las comidas abundantes, no agregar sal, no consumir bebidas alcohólicas o muy dulces y obviar las infusiones calientes.

Recomendaciones para niños pequeños y adultos mayores

Los niños deben permanecer en la sombra con ropa liviana, sombrero y protector solar, evitando el sol directo y tomando abundante cantidad de agua potable para no deshidratarse.

Es muy importante saber que a los bebés menores de 6 meses no hay que aplicarles protector solar, deben estar siempre al resguardo del sol. Ofrecerles con mayor frecuencia leche materna.

Ante las altas temperaturas ducharlos o mojarles el cuerpo con agua fresca.

En tanto, los adultos mayores deben beber agua aún cuando no tengan sensación de sed ya que en ocasiones de extremo calor los mecanismos orgánicos que advierten la sensación de sed pierden sensibilidad. Esta deficiencia se da especialmente en personas mayores, generando que no ingieran la suficiente cantidad de líquido y se descompensen por deshidratación.

Síntomas de insolación y golpes de calor

Si una persona siente mareos o se desvanece, se la debe acostar en un lugar fresco y bajo techo, darle de beber líquidos frescos con bajo nivel de azúcar y se le puede colocar agua fría en las muñecas para aliviar los síntomas.

Otras señales de alerta son: dolor de cabeza, sensación de fatiga, sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones, cese repentino de la transpiración, somnolencia y respiración alterada. Frente a estos signos es fundamental concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud más cercano.

Por otro lado, los golpes de calor pueden detectarse por la elevada temperatura corporal, de 39° o superior; piel seca, roja y caliente, agitación, dolor de cabeza, vértigo y o desorientación, confusión mental, delirios o pérdida del conocimiento y convulsiones.

Para el tratamiento de este grave padecimiento, se debe trasladar a la persona al centro de salud más cercano. El traslado debe realizarse en transportes frescos, con las ventanillas bajas e hidratando la piel para mantener la temperatura a 39° como máximo hasta la atención del médico, que aplicará métodos de enfriamiento interno y externo.