El ministro Vaca Narvaja produjo en los últimos 20 días dos declaraciones periodísticas que realmente me sorprenden como hombre de la política. La primera, renunciando públicamente al cargo de Ministro por el conflicto del Tren Patagónico, y ahora diciendo que no necesita ser Ministro, que solo aceptó seguir porque le dan el 50% de la razón.
 
En este proyecto político no hay espacio para ningún funcionario que se crea que esta por encima de sus pares, del proyecto político y mucho menos de su conductor, el Gobernador Alberto Weretilneck, más allá de una historia, trayectoria o 66 años o 40 o 89.
 
Los funcionarios de un gobierno liman las asperezas puertas para dentro, no por medios de comunicación, y este Ministro habla más con los periodistas que con sus pares.
 
Esta claro que cuando dice que no necesita ser Ministro para seguir haciendo política, también esta diciendo que no esta dentro de este proyecto político que conduce nuestro gobernador.
 
En un gobierno no puede haber un solo funcionario público que no este encolumnado el proyecto, porque si no lo esta, eso quiere decir que no se tienen los mismo compromisos.
 
No podés ser el máximo responsable de una cartera sin compartir el rumbo, y si Fernando no necesita este cargo y cree que con su edad y su trayectoria solo alcanza, que presente la renuncia. 
 
La historia argentina esta plagada de ejemplos donde hubo protagonistas que se creyeron iluminados, que se sintieron que estaban por encima del proyecto o del líder que los inventó, los protegió e incluso los hizo protagonistas de su tiempo. Ese comportamiento mesiánico llevó a algunos a interpretar que la historia les pertenecía, que su pensamiento y su acción estaba signado por derecho divino y no por derecho popular. La historia también nos enseña cual fue el resultado.  En el Gobierno de Río Negro no hay espacio para ese tipo de dirigentes. En el Gobierno de Río Negro hay espacio para dirigentes comprometidos, para dirigentes solidarios, para dirigentes con pertenencia, para hombres y mujeres que con humildad, con vocación de servicio y con mucha vergüenza enfrenta los grandes desafíos que imponen los tiempos que vienen.