La decisión judicial tomada al norte del río Bravo a favor de los denominados Fondos Buitres, nos pone otra vez cara a cara con los "cipayos" de siempre.

Si a cualquiera de estos amigos de los flashes se les preguntaría sobre corrupción, especulación y negocios espurios, contestarían serios y circunspectos que condenan esas prácticas amoral

Sin embargo, escondidos en sus propios grandes negocios, inventan, fabulan y actúan en pos de confundir para facturar.

En esto, como en la vida, se está de un lado o de otro. Los buitres son fondos basados en la especulación. Capitales que adquieren bonos basura a bajo precio y luego esperan y especulan.

En nuestro país compraron a 48 millones y ahora exigen 1.500 millones de dólares, amparados en leyes y normas favorables.

Entonces, para los agoreros internos, no son estos verdaderos hampones internacionales los responsables, sino la presidenta Cristina y su equipo.

En realidad, lo que molesta es el modelo productivo por sobre el especulativo. Molesta la creación de universidades y la recuperación de científicos que avalan el conocimiento.

Joden la asignación universal y la jubilación para millones de argentinos. Les incomoda una línea aerea de bandera y el regreso de YPF.

En el país, como en Río Negro, el tema de los fondos buitres expone crudamente dónde se para cada cual. Porque en este contexto hay que recordar que en la provincia, cuatro vivillos intentaron condenar el futuro de nuestra gente con el famoso CEDEPRE.

Aquel bono inventado en el gobierno radical de Pablo Verani  entre gallos y media noche, fue adquirido por un Sindicato de Camioneros de Miami que años más tarde reclamaba su dividendo.

No hay que hacerse los distraídos. En Río Negro se sabe muy bien que es un fondo buitre. Sucede que algunos pretenden que lo olvidemos para que no se transparente que aquí, al sur del río Colorado, también hay Buitres escondidos en el fondo.