El encuentro se desarrolló en el Espacio de la Memoria (Ex ESMA), Buenos Aires, con la participación de referentes nacionales y provinciales de Maternidad e Infancia, Salud Sexual y Procreación Responsable, y de Salud Integral en la Adolescencia.

Al respecto, la coordinadora provincial de Salud Materno Infanto Juvenil, Alejandra Romero, informó que de cara al año venidero “se trabajó en base a propuestas de capacitación y de trabajar en las normas de atención de las embarazadas, niños y adolescentes”.

Sostuvo que “Nación hace énfasis en la integración de los programas que están dirigidos hacia la misma población, tratando de dar una mirada más integral de la persona y la comunidad donde se desarrolla”.

Al referirse a los resultados de la jornada, Romero puntualizó que “en este tipo de actividades nacionales se tratan de buscar líneas comunes para todas las provincias, teniendo en cuenta las diferencias regionales y de cada sistema de salud”.

Además de trazarse lineamientos generales para 2015, la jornada de trabajo permitió hacer un repaso de lo trabajado conjuntamente entre la Nación y las provincias en Salud Materno Infanto Juvenil.

“Como elemento más importante de este año, se puede mencionar la firma por parte de nuestra Provincia, del convenio para la reducción de la mortalidad materno infantil y de los adolescentes”, indicó Romero.

Agregó que una de las metas planteadas para el año que viene es la de “profundizar aún más las estrategias de trabajo planteadas en ese acuerdo”.

Cabe recordar que en agosto, el ministro de Salud, Fabián Zgaib, firmó en General Roca, junto al subsecretario de Medicina Comunitaria, Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de la Nación, Nicolás Kreplak, un acta acuerdo de acciones y metas concretas para 2015, elaboradas de manera conjunta entre técnicos nacionales y rionegrinos en dos jornadas de trabajo desarrolladas en aquella oportunidad.

Ese plan de acción busca seguir reduciendo la mortalidad infantil -en sus dos componentes, neonatal y postneonatal- y la materna; el embarazo adolescente no planificado y la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico uterino. Dicha estrategia se focalizó en los procesos de gestión, recursos humanos, insumos e infraestructura relacionados a la temática.