Está demostrada la estrecha relación existente entre la forma de vida y el estado de salud de las personas, condicionado principalmente por la alimentación y el tipo de actividad que se desarrolla. La disponibilidad de alimentos es elevada y variada, pero la elección final de los mismos, su elaboración y consumo están condicionados por los nuevos estilos de vida.

La escasa actividad física de las personas, es la consecuencia del cambio de patrones de conducta que derivan hacia modos de vida más sedentarios tanto en el trabajo, como en el tiempo de ocio. En la población infantil y juvenil estos fenómenos se agudizan, por el incremento de horas que dedican a ver la televisión y a jugar con videojuegos. Los entornos y sobretodo la vida en las ciudades se han convertido en obstáculos para que los niños y niñas jueguen en las calles, puedan desplazarse a pie o ir en bicicleta.

Por ello, desde la cartera sanitaria provincial, con el fin de lograr resultados en la prevención de las enfermedades crónicas, ha dispuesto estrategias y políticas de salud que intervengan en la incorporación de hábitos saludables como son una alimentación adecuada, actividad física y cese del tabaco.

Consumir frutas y verduras mejora la salud por su alto contenido en vitaminas y minerales, su consumo es necesario para reducir la creciente carga mundial de enfermedades crónicas. Una alimentación rica en frutas y verduras es una vacuna contra las enfermedades, ayudan a mantener un peso adecuado, contribuyen a la prevención de caries dentales, ya que producen un efecto de barrido sobre los dientes. Asimismo, disminuyen los niveles de colesterol y azúcar en sangre, previenen el envejecimiento prematuro de las células, regulan la presión arterial y mejoran la circulación sanguínea, contienen fitoquímicos que reducen la prevalencia de aparición de ciertos tipos de cáncer y un alto contenido en fibras.

Por su parte, la actividad física aumenta la energía y ayuda a reducir el estrés, las concentraciones altas de colesterol y la tensión arterial. Se recomienda caminar como mínimo 30 minutos diarios, actividades recreativas con movimiento, baile, gimnasia, gimnasia con aparatos, deportes recreativos, pausas activas en el trabajo (en los minutos de descanso, salir a caminar, hacer ejercicios localizados o de flexibilidad), utilizar las escaleras y realizar los quehaceres domésticos (barrer, llevar a pasear el perro, lavar el auto, cortar el césped).