Ya en los últimos años, se ha podido observar que nuevos partidos políticos (como la CC-ARI) han emergido a la escena electoral para enfrentar a los viejos caudillos de la política que, impulsados por la aparición de liderazgos renovadores y con trabajos concretos en todas las localidades, han logrado espacios relevantes de representatividad, tal como es el caso de la hoy Senadora Magdalena Odarda. Es decir, todas circunstancias que indican otras etapas de maduración electoral en nuestra provincia.

En agosto del 2014 la Legislatura rionegrina, en esa misma línea de fortalecimiento institucional, votó por unanimidad la promulgación de la Ley que permitiría la implementación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias como una promesa de transparencia de los partidos políticos y como una nueva herramienta de participación ciudadana pero, como una burla a quienes confiaron en esta profundización de la democracia,  el viernes la ley quedó suspendida.

Creo que la justificación de que en nuestra provincia no se ha contado con el tiempo suficiente para su correcta implementación no es suficiente para aplazarla, ya que es obligación del Ejecutivo velar por el correcto cumplimiento de la norma y no manipularla a gusto y placer, según los intereses del momento, faltándole el respeto a las instituciones y a su propia palabra (recordemos que el mismo Weretilneck se deshizo en halagos durante el tratamiento de la Ley a las PASO). ¿Cuál será el principal miedo del Gobernador? O peor: ¿cuáles son los arreglos o pactos electorales a futuro con otros partidos?. Solo el tiempo dará la respuesta a estos interrogantes…

Ante todos estos atropellos es que desde mi espacio político y como joven que fomenta el involucramiento de todos en política, me veo en la obligación de renovar mi compromiso a seguir colaborando en el empoderamiento de la ciudadanía para que, a través de su participación y voto, destrone del poder a quienes están por él viciados y así la política siga siendo el medio válido para expresar, reclamar y exigir lo que a todos nos corresponde.