Mientras tanto los candidatos a gobernadores Miguel A. Pichetto, Senador y representante de la provincia en el Congreso Nacional desde hace casi 2 lustros, y Alberto Weretilneck actual gobernador de la provincia ahora enfrentado con el partido que lo llevo al lugar que ocupa  tras la muerte de Carlos Soria, se bombardean con acusaciones mutuas sobre quien tiene la responsabilidad de lo que sucede en la provincia.

La verdad es que ambos son plenamente responsables de los hechos por acción y omisión. El senador Pichetto, quien representa al modelo nacional de la presidente Cristina Fernández, por no haber defendido a ultranza en el congreso, el modelo de producción regional que ocupaba los lugares más relevantes del comercio mundial, por haber permitido la sanción de leyes que condicionan el mercado, por estar en un todo de acuerdo con medidas económicas, fiscales que restringen constantemente el desarrollo de los pequeños empresarios frutícolas favoreciendo la concentración del negocio  y la desaparición de miles de pequeños productores en estos años.

El Gobernador Alberto Weretilneck por haber sido condescendiente con el modelo K  durante estos cuatro años y permitir el avasallamiento de los derechos provinciales, por no haber levantado las banderas de la producción que más mano de obra directa e indirecta genera en su provincia. Por haber reducido un tercio el presupuesto asignado a Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la provincia para manejar a discreción desde su propia voluntad lo que debiera ser una política pública a largo plazo y con participación activa de los sectores involucrados.

Ambos son responsables por pretender cambiar la matriz productiva del valle más admirado del hemisferio sur por su espectacular producción de peras y manzanas en chacras que forjaron inmigrantes del todo el mundo, a una matriz hidrocarburifera que avanza contaminando suelos y recursos naturales, sin poner valor agregado en origen, con trabajo para pocos. Ambos son responsables de creer que así  van a lograr el crecimiento y desarrollo sustentable de la provincia. Sabemos cuáles son las consecuencias de este modelo que además tiene  condicionamientos del Estado Nacional, Solo veremos un veranito de despilfarro mientras construyen poder para sí mismos sin dejar estructuras sólidas de crecimiento continuo y sustentable.

Los productores están esperando medidas concretas que fortalezcan su producción, quieren como todos los argentinos que se detenga la inflación que ha consumido su rentabilidad, que se mejoren las relaciones comerciales con el Mercosur, principalmente Brasil para que desaparezcan las medidas paraarancelarias. Una paridad cambiaria que los torne competitivos con el comercio mundial. Que se aceleren los trámites de reintegros y reembolsos pero por sobre todas las cosas los pequeños y medianos productores quieren TRANSPARENCIA Y RENTABILIDAD para poder seguir trabajando y eso se logra con verdaderas políticas de estado en la que tanto la presidente Cristina Fernández, el senador Pichetto como  el propio Gobernador Alberto Weretilneck no han tenido voluntad política de llevar adelante en estos años.