Fundamenta la autora que la escuela de patín “El Cóndor” surge por inquietud de los vecinos del Balneario del mismo nombre, ubicada en la Provincia de Rio Negro, preocupados por la situación de vulnerabilidad social en la que se veía inmersa toda la comunidad, que se reflejaba en la permanencia de niños y adolescentes hasta altas horas de la noche en la calle, conviviendo con distintas problemáticas que esto conlleva, y por la falta de actividades extra escolares en el balneario.

Todos los patinadores son residentes del balneario, la mayoría son hijos de trabajadores temporarios del sector de la construcción y del servicio de limpieza de casas de fin de semana, hogares en los que los ingresos familiares son escasos y no alcanzan más que para cubrir las necesidades básicas. Además, incorporaron el patín a la discapacidad, logrando resultados impensados en una joven con retraso madurativo y otro caso en un niño hipoacusico.  En la Escuela se ocupan, además del aspecto deportivo, del  fortalecimiento familiar, de la dedicación del tiempo de padres a hijos,  mediante encuentros mensuales de reflexión y evaluación. Este año comenzaron a  ejecutar talleres de capacitación laboral, con la intención de fortalecer las actividades deportivas y culturales del balneario.

Con este proyecto educativo han logrado que muchas familias se asocien en un Club de Amigos, como una forma de agradecer a la institución que les da la posibilidad de utilizar sus instalaciones. 

Es pertinente tal reconocimiento por la inclusión al deporte de niños, niñas y adolescentes y la importancia que la Escuela de Patín reviste para todos ellos y para los que tienen alguna discapacidad.