Socialista reclaman transparencia y pacto social para garantizar el acceso a la tierra y la vivienda

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A continuación el documento:

BORRADOR DE TRABAJO SOBRE TIERRA, TRABAJO Y VIVIENDA EN VIEDMA – PROPUESTA DE COYUNTURA Y APORTE AL DEBATE ESTRATÉGICO DEL TEMA- CENTRO SOCIALISTA VIEDMA – ENERO DE 2016

A las organizaciones políticas, sociales, gremiales, académicas, empresariales, religiosas, instituciones públicas, gobierno local y provincial, vecinas y vecinos de Viedma:

Nuestra ciudad, como todas las creaciones humanas, es un reflejo de la sociedad y, junto con ella va cambiando. Estos cambios son producto de la actividad de sus habitantes, de su inserción en la provincia, el país, la región y el mundo combinado con los cambios en la naturaleza, en gran parte también inducidos por la propia actividad humana.

Desde todas las miradas ideológicas y políticas hay una gran coincidencia que la actual sociedad es desigual y por lo tanto las ciudades también son desiguales. Es obvio que esta coincidencia en el diagnóstico no se sostiene a la hora de las propuestas de soluciones donde sí se hacen valer las diferentes miradas ideológicas y políticas.

Las líneas que siguen son un humilde aporte desde la mirada socialista del problema de la desigualdad manifestada en el tema de la tierra, el trabajo y la vivienda y persigue el objetivo de proponer alguna solución de coyuntura pero también instalar un debate que apunte a establecer acuerdos mínimos a mediano y largo plazo.

Agradecemos su lectura y por supuesto las críticas y aportes que se hagan a este material en beneficio de la solución del problema planteado.

Atentamente.

Centro Socialista Viedma, enero de 2016.

Algunas ideas sobre el problema del acceso a la tierra en Viedma:

El problema acceso a la tierra es un tema recurrente en toda ciudad que va dejando de ser un pequeño pueblo para pasar a ser una urbe en los marcos del sistema capitalista. Acorde a los conceptos culturales imperantes en nuestra sociedad, este paso implica pasar a la categoría de lugar donde las condiciones de vida son más atractivas que en un pequeño poblado o de un área rural.

Una breve y seguramente incompleta descripción de los atractivos de Viedma como lugar para vivir:

Primero, el entorno natural: Río de escala humana que garantiza ese elemento tan vital como es el agua y aporta belleza paisajística y variedad de deportes náuticos con la marca registrada del canotaje maratón. Mar a 30 Km con acceso a playas de todo tipo aptas para el baño, el paseo, deportes y la pesca costera o embarcada.

Segundo las condiciones de trabajo: Su condición de capital le confiere a una gran parte de su población empleo público estable, lo que permite el desarrollo de una actividad comercial estable de variada oferta y tamaño. La existencia del valle irrigado que, a pesar de las idas y venidas de la economía siempre es una alternativa laboral y productiva. El creciente turismo y alguna actividad industrial vinculada al valle irrigado (frutas y hortalizas con algún nivel de procesamiento) y los campos de secano (ganadería y frigorífico). Talleres de diversa especialidad que crecen en diversidad y cantidad con el aumento de la población, del parque automotor, de la maquinaria pesada, del uso de computadoras, de celulares, artefactos domésticos, etc.

Tercero los servicios públicos:

Servicios de salud de mayor complejidad y cobertura: Viedma tiene un hospital de los de mayor complejidad de la provincia y varios centros de salud activos en los barrios que permiten resolver desde la prevención, como controlar el cronograma de vacunas a intervenciones quirúrgicas pasando por una variedad de otras prestaciones intermedias. Además cuenta con dos instituciones privadas con internación y otras varias ambulatorias con especialidades en la casi totalidad de las enfermedades conocidas.

Servicios educativos de los tres niveles: alrededor de 60 escuelas entre nivel inicial, primario y secundario además de Institutos terciarios provinciales. Dos universidades públicas nacionales, una de las cuales tiene su rectorado en Viedma. Varias Instituciones privadas educativas de nivel terciario y Universitario que complementan el servicio educativo en la ciudad. Preferimos no utilizar la palabra “oferta educativa” porque la educación no es un tema de oferta y demanda, sino un derecho social.

Servicio de justicia. Es sede del Tribunal Superior de la Provincia, de juzgados de todos los fueros, del juzgado de paz y de un juzgado federal con todos los fueros y competencia electoral.

Servicios culturales y deportivos: Viedma cuenta con un cine privado, varias salas de espectáculos bajo techo públicas y privadas, incluyendo bares y restaurantes aptos para compartir charlas de café, comidas y espectáculos. Cuenta con numerosas opciones culturales y lúdicas al aire libre con equipamiento que complementa el espacio a compartir. Cuenta con clubes de variada actividad, desde los barriales hasta los de renombre en el deporte provincial y nacional.

Servicios de seguridad y penitenciario: Hay comisarías a lo largo y lo ancho de la ciudad. Es sede de la prefectura regional y de una comisaría federal, además de albergar dos cárceles, una nacional y otra provincial.

Servicios de transportes: Tiene un sistema de transporte público colectivo y de taxis regulado por el municipio. Tiene conexión terrestre diaria con el resto de la provincia, con provincias vecinas y la Capital Federal. Tiene un aeropuerto con conexión diaria con la Capital Federal.

Otros servicios: El total de la ciudad tiene cobertura de agua potable de calidad y energía eléctrica y alumbrado. Salvo los últimos asentamientos no planificados tiene cobertura de cloacas, enripiado y en los últimos años avanzó la cobertura de cordón cuneta y pavimento en proporciones importantes. Existe telefonía por cable y total cobertura de celulares e internet por cable y por aire prestado por diversas empresas, al igual que los servicios de TV por cable y satelital.

Vale mencionar cuestiones de valor cultural histórico como el hecho de ser territorio ancestral de pobladores originarios, ser la Capital Histórica de la Patagonia, ser hermana de fundación de la cabecera del partido de Patagones que -río de por medio- ofrece más servicios de similar calidad y cantidad, y junto a ella haber protagonizado la gesta del 7 de marzo. La moderna constitución provincial que garantiza derechos y otorga al gobierno municipal autonomía para resolver sus asuntos internos y decidir su destino así como la reciente incorporación de gran parte de la costa atlántica rionegrina al ejido municipal.

Por último y no menos importante, las causales externas de las migraciones. Desde el interior de la provincia, fundamentalmente en épocas de crisis económica o desastres naturales, desde otras provincias y de otros países, por similares causas, Viedma ha sido y es atractiva para muchos habitantes del país y de la región y tiene una tradición de ser buena anfitriona. Fue atractiva para un agricultor español, Francisco de Viedma, que la fundó para luego ser intendente – gobernador desde 1784 a 1785 de Cochabamba (Bolivia) donde desarrolló importantes actividades hasta su muerte, unos 20 años más tarde. En los últimos 30 años fue buena anfitriona de quienes se sintieron atraídos por su naciente y luego frustrada capitalidad nacional, de quienes fueron expulsados en los 90 de la región sur por la crisis económica que hizo trizas el negocio de la lana y lo sigue siendo para muchos expulsados de las grandes ciudadaes por las crisis económicas o de seguridad.

En esta seguramente incompleta, pero representativa, descripción de atractivos locales encontramos las causas internas y externas del crecimiento que supera el vegetativo de Viedma.

Como todo crecimiento no planificado ni resultante de su propia reproducción vegetativa trae aparejados desafíos y la necesidad de tomar decisiones creativas para seguir siendo buena anfitriona hoy reforzada ideológica y prácticamente por la nueva ley de migraciones que considera la migración como un derecho humano, y no convertirse, como lo hace Europa, en una zona xenófoba, sentimiento totalmente ajeno a su matriz fundacional y su costumbre histórica,.

El acceso a la tierra como problema principal del crecimiento, soluciones de la emergencia y políticas de largo plazo:

Aunque el trabajo siempre está en la lista de los principales problemas, sin dudas, el acceso a la tierra y la vivienda son los más complejos en la Viedma de hoy para su actual dimensión y la relación habitantes territorio. De todos modos sobre el final de estas líneas nos referiremos brevemente sobre el tema del trabajo.

En los años 80 y 90, cuando Viedma no tenía la actual dimensión, la política tradicional de entrega de lotes fiscales mayoritariamente en los barrios Lavalle y Mi Bandera complementaron con éxito las políticas de vivienda del plan FONAVI que fue construyendo los barrios Currú Leuvú, Parque Independencia, Ceferino, Los Fresnos, o las del Banco Hipotecario con otras operatorias, que dieron lugar al barrio Jardín, etc.

Hoy, los planes de construcción a través de mutuales y sindicatos, van resolviendo el problema para familias con trabajos estables pero la inexistencia de tierras fiscales con acceso sencillo a los servicios han dejado a la zaga la solución a familias con ingresos medios bajos, bajos o eventuales.

El Municipio, con respaldo de representantes políticos institucionales de la provincia en el orden nacional, gestionó con éxito el plan Techo Digno consiguiendo cerca de 400 viviendas en construcción, del gobierno nacional saliente.

Esta fue y es una muy buena noticia que lamentablemente se ve opacada por la inexperiencia en manejar adjudicaciones de viviendas por un lado y la falta de acuerdos políticos por el otro. Tema que deberá resolverse no solo para la coyuntura de hoy sino para trasparentar y hacer de estas conquistas hechos positivos sin los inconvenientes de hoy.

Pero más allá de esto, sigue habiendo una gran cantidad de población con ingresos medios bajos, bajos o eventuales que han quedado afuera del acceso a la tierra con servicios básicos y ni hablar de la propia vivienda.

No tenemos a nuestra disposición estadísticas exactas -un déficit del Estado que habrá que resolver- pero podemos hacer estimaciones dado que el crecimiento de la demanda es progresivo para el caso de una ciudad que atrae más población de la que expulsa. Si hoy una familia con tres hijos pequeños resuelve el problema habitacional, dentro de 20 años estos tres hijos tendrán el mismo problema que pasan a ser tres problemas, que a 20 años más ya serian 9 problemas habitacionales a resolver, a lo que se suma la ya mencionada permanente migración interna, que tal vez se pueda compensar en alguna medida con aquellos que deciden buscar otros destinos por razones familiares, de trabajo, etc.

Cada sector social tiene sus estrategias de acuerdo a sus posibilidades. El que más tiene puede comprar y pagar tierra y vivienda con estilo arquitectónico a gusto, de ahí se han generado los barrios Costanera (tanto en su parte más antigua como sus sucesivas ampliaciones), Don Bosco, Barrio Norte y ahora comienzan a surgir los barrios cerrados. El que tiene una situación intermedia, relativamente buena, puede acceder a créditos y hacer algo parecido al anterior sector en localizaciones varias. El que sigue en la escala económica, con ingresos razonables pero sin acceso a crédito lo resuelve por intermedio de los planes de mutuales, sindicatos y el propio IPPV, de ahí han surgido muchos barrios históricos de departamentos y hoy los barrios de casas que se han multiplicado enormemente hacia el sud este de la ciudad, en su zona oeste y en parte hacia el nor oeste. El que no llega a esas soluciones y que tradicionalmente accedió a lotes sociales se encuentra con que hoy ya no hay o hay pocos. Así se produjeron las tomas de tierras que dieron lugar a la compra del llamado loteo Silva y la posterior toma de tierras del actual barrio 30 de marzo, ya fraccionado y con algún nivel de servicios pero en constante crecimiento, o el barrio Newen, 22 de abril o el Progreso, además de otras tomas menores en tierras privadas, en algunos casos flojas de papeles.

Es una especie de efecto cascada que va desplazando de las soluciones habitacionales de mejor calidad a los sectores menos pudientes. Hoy Viedma es mucho más injusta que hace 30 años porque hay más diferencias económicas entre sus habitantes y porque las políticas públicas no han podido compensar esa diferencia que se instaló con fuerza en nuestra sociedad a partir del desmantelamiento del llamado “Estado de Bienestar” iniciado por la Dictadura y concretado con dureza y sin anestesia por las políticas neoliberales de los 90, que aún no han sido modificadas en esencia.

En este marco general, el problema en análisis reconoce causales locales también:

Por un lado la especulación inmobiliaria que pasó a ser una vez más la mejor fuente de ganancia de los desarrolladores inmobiliarios, que en muchos casos son profesionales o empresas de otras actividades, que invierten en este rubro sus ganancias ante la inexistencia de otras inversiones más seguras y rentables. Y cuando la tierra y la vivienda dependen únicamente del mercado, la espiral de encarecimiento es interminable e imparable, como ya ha sucedido en sociedad de mayor desarrollo económico social que la nuestra en Europa y EEUU.

Por el otro la exigencia del municipio, fundada en evitar posteriores reclamos de obras inconclusas y de impedir que los especuladores estafen a los compradores de buena fe, de que todo nuevo loteo se haga con todos los servicios en prácticamente toda la ciudad. Todos los servicios implica: agua, energía eléctrica, alumbrado, gas, cloaca, cordón cuneta, enripiado, cuando no también pavimento y agua de riego. Estas obras requieren una inversión previa de U$A 5.000 aproximadamente por parcela, sin contar que en muchos casos la desinversión de las prestadoras del gas y de la cloaca (privada la primera, estatal la segunda) exigen obras complementarias que encarecen aún más este rubro, lo que se suma al valor tierra. Esto hace que estas tierras solo sean accesibles para quienes tienen altísimos ingresos o que puedan acceder a créditos de altísimo costo financiero porque deben pagar esos servicios y el valor tierra antes de poner un ladrillo en su terreno, o sea mientras pagan alquileres. Los que a su vez también se han disparado porque son parte de esa especulación inmobiliaria dado que el mercado de alquileres también es producto de inversiones, ya sea de empresas o como complemento de magras jubilaciones de sectores otrora de mayores ingresos, hoy pauperizados, que han podido hacer algún departamento en el fondo de su casa para subsistir.

El problema es muy complejo y requiere políticas de largo alcance que incluya un plan de acumulación de capital por parte del Estado para financiarle al destinatario (no a las empresas) el valor de los servicios y que el destinatario pueda, con sus ingresos solventar el terreno sin servicios a valores mucho menores y pueda construir para luego devolver al Estado el importe de los servicios. En el caso del denominado loteo Silva el Estado Municipal compró tierras, las fraccionó y las entregó sin servicios. Luego fue resolviendo paulatinamente los mismos. No es la condición ideal pero resolvió para muchos vecinos el problema de la vivienda. Y no es un dato menor que esa compra se hizo ante la toma de una plaza del barrio Zatti y de algunos terrenos privados. Ya en ese entonces (período de gobierno 1999-2003) un importante sector de nuestra sociedad prendía la luz de alerta naranja que hoy es lamentablemente roja. Poca reacción hubo desde lo institucional a esta nueva realidad y desde la sociedad nació el “Foro por una vida digna” que, sin instrumentos a su disposición tuvo el mérito de haber puesto el tema en debate.

Si el municipio baja el nivel de exigencias a los loteos privados, como él mismo lo hizo para con su lote comprado a la familia Silva, se supone que una consecuencia directa será descomprimir la presión de los sectores de mejores ingresos sobre los planes destinados a sectores de medianos ingresos y estos a su vez descomprimen la presión sobre el acceso a otro tipo de planes de viviendas o tierras dejando lugar a que accedan aquellos sectores de ingresos bajos y especialmente eventuales.

En esta línea de razonamiento, mientras se logran los acuerdos sociales, interinstitucionales e intergubernamentales para desarrollar políticas de largo plazo resulta conveniente declarar la emergencia de acceso a la tierra y la vivienda en la ciudad de Viedma eximiendo de las exigencias de los servicios que no sean imprescindibles a las zonas que potencialmente puedan ser desarrolladas. Esto los haría accesibles a los sectores que puedan pagar cuotas razonables, puedan construir su vivienda teniendo un enripiado con niveles que garanticen la no inundabilidad, el escurrimiento superficial de las aguas y la transitabilidad, agua potable y energía eléctrica, para luego hacerse cargo del resto de los servicios. En definitiva pagarían lo mismo pero en un orden diferente dado que al construir y habitar la vivienda se liberan de alquileres y pueden resolver los servicios que restan (gas, cordón cuneta, cloaca). Situación que no es nueva y ha sido el proceso seguido en muchos barrios de la ciudad y de muchas ciudades del país.

Insistimos que con esto lo que se pretende es descomprimir la presión de estos sectores de la población sobre el Estado para que los recursos sean volcados en soluciones habitacionales para los de menores recursos estables por un lado y de ingresos eventuales por el otro.

Transparencia y pacto social para garantizar el cumplimento de las metas propuestas de acceso a la tierra y la vivienda.

Un grave problema que observamos es la desconfianza de la ciudadanía acerca de las verdaderas intenciones del Estado en sus tres niveles. Hay fundadas razones de la historia reciente para ello. Por ejemplo la falta de acuerdos políticos para definir una manera transparente de asignar las viviendas que hoy han sido tomadas. La poca claridad sobre la forma en que se armó el listado. Las dudas sobre las verdaderas condiciones de los adjudicatarios en materia de necesidad de este tipo de soluciones.

Por el otro lado existen algunas minorías que se aprovechan de las necesidades de quienes en un acto de desesperación y hastío, cuando no de toma de conciencia, llegan a la ocupación irregular como el único medio a su alcance para lograr el objetivo de la tierra o en este caso de la vivienda. Esos grupos minoritarios, a veces procedentes del mismo sector perjudicado pero falto de solidaridad hacia sus pares, otras de sectores profesionales o propietarios que actúan en las sombras para hacer crecer el valor de una determinada tierra o están atentos a ver qué negocio pueden hacer con el Estado poniendo a los sectores frágiles como escudo. Especuladores hay en todo proceso social pero ello no invalida ni oculta el problema de fondo: una parte importante de la población, la más frágil, está fuera del sistema de la tierra y la vivienda que hoy legalmente existe.

Ambos problemas coexisten (la sociedad excluida y los especuladores) y es solo cambiando la mirada y la forma de actuar del gobierno como podremos lograr que se tenga confianza en las acciones del Estado y se achique y extinga el espacio para los especuladores de la pobreza propia o ajena.

En este sentido, la acción complementaria a la declaración de la emergencia propuesta es la construcción de un espacio de diálogo social y político con todos los actores – y cuando decimos todos decimos todos: gobierno y oposiciones varias, sectores involucrados por el lado de los destinatarios de estas políticas y de los diferentes actores del actual sistema, organizaciones sociales y religiosas con antecedentes de trabajo en el tema, profesionales especialistas en la materia para viabilizar las propuestas y darles respaldo técnico – para llegar a un pacto de cumplimento obligatorio para todos, con plazos y metas claramente establecidas, que partan de un relevamiento serio de las necesidades, de los recursos y de los pasos a dar en tiempo y espacio.

En síntesis: Declaración de emergencia acotada en geografía, niveles y tiempos, diálogo social y político y pacto de cumplimiento obligatorio para el Estado y los actores y destinatarios de las soluciones aportadas.

Pero insistimos, todo esto tiene sentido si paralelamente se trabaja en soluciones de mediano y largo plazo teniendo en cuenta índices de crecimiento demográfico, modificación del sistema impositivo y de tasas para obtener recursos de los sectores de mayores ingresos y poder igualar condiciones hacia los de menores recursos. En ese sentido, el de de lograr ingresos de manera progresiva por parte del Estado, se inscribe el concepto de Plusvalía Urbana que fue instalado en la anterior gestión sin lograr su aprobación y que es una materia pendiente a resolver.

Un acuerdo sobre las zonas a promover para el crecimiento urbano, especialmente hoy que la ciudad ha visto enormemente agrandado su ejido, incluyendo la revisión del actual código, los criterios de exigencias según sea zona residencial o comercial, etc. Para ello se debe tratar de involucrar a toda la sociedad viedmense, la que tiene sus problemas medianamente resueltos y la que no, pues un objetivo de estas políticas debe ser también cultural: la construcción de una sociedad más solidaria e igualitaria.

Para terminar y sin la pretensión de llevar este trabajo a otras áreas, lo que lo haría mucho más extenso, volvemos, como lo expresamos en el primer párrafo del ítem 2 sobre el tema del trabajo. Cualquier política tendiente a solucionar el tema de lotes o vivienda si no está incluido en un plan para dar trabajo a las familias beneficiarias, conlleva un estridente fracaso ya que, como dijimos, la necesidad va aumentando potencialmente e indefectiblemente llegará el momento en que el estado se verá nuevamente superado. El objetivo debe ser que por cada casa o terreno que resuelva el problema de una familia con ingresos eventuales se genere un puesto de trabajo genuino que aporte al sustento hogareño y permita pagar aquellos servicios a instalarse en un futuro.

En este sentido tal vez la emergencia a declarar sea no solo habitacional sino también laboral. Hablamos de medidas para facilitar la radicación de empresas y la formación de cooperativas: política impositiva, acceso a los tres parques industriales, trabajos en el hogar, etc. También se puede pensar en algunas soluciones de loteos más amplios que permitan agricultura familiar en la línea de la ordenanza 5120 (año 2002), de iniciativa socialista que estableció el uso de 50 has municipales para mejorar la economía de grupos sociales.

La inversión en desarrollo de fuentes de trabajo estables es una manera indirecta y digna de resolver el tema de la tierra y la vivienda porque permite al que trabaja pagar o devolver el costo de su tierra y su vivienda. Esto por supuesto no es ninguna novedad pero sí es parte de un circulo virtuoso del desarrollo social.

Centro Socialista Viedma
Viedma, Río Negro, enero de 2016

Río Negro, miércoles 3 de febrero de 2016

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