En la madrugada del sábado 14 de diciembre, un establecimiento rural en La Cuchilla, cerca de Viedma, fue nuevamente escenario de hechos de violencia. Según Virginia Melín, productora de la zona y damnificada, desconocidos dispararon contra la vivienda de un peón que se encontraba dentro en ese momento en su campo. El ataque se repitió la madrugada del domingo 15, cuando los agresores apedrearon la casa y los perros del lugar, además de incitar al peón a salir. Afortunadamente, no se registraron víctimas fatales en ninguno de los dos episodios.

Melín, quien ha sido víctima recurrente de robos y actos de violencia en su campo, explicó que estos hechos no son aislados. En octubre pasado, ya había sufrido el robo de seis terneros en solo una semana, lo que generó una serie de denuncias ante la policía. A pesar de las denuncias y los esfuerzos por mejorar la seguridad en el establecimiento, los ataques no cesan y la respuesta de las autoridades sigue siendo insuficiente, según la productora.

El primero de estos últimos ataques ocurrió durante la madrugada del sábado 14, cuando los agresores llegaron hasta la ventana de la casa, insultaron al peón y dispararon a la altura de su cabeza. La denuncia se realizó en el mismo lugar de los hechos, tal como había sido acordado con la Sociedad Rural, para evitar la pérdida de detalles. Sin embargo, cuando Melín consultó sobre el avance de la denuncia en el Ministerio Público Fiscal, no recibió información.

El segundo ataque se produjo en la madrugada del domingo 15, cuando los mismos sujetos, según sospecha Melín, volvieron a intentar amedrentar a los trabajadores del campo. A pesar de la intervención policial, no se logró encontrar rastros de los agresores ni se tomaron medidas de seguridad adicionales en la zona. La falta de acciones concretas ante estos hechos ha generado una creciente preocupación sobre la seguridad en el campo y la efectividad de las denuncias presentadas.

Melín también criticó la ausencia de medidas preventivas por parte de las autoridades, como custodia policial o un seguimiento de los rastros de los atacantes. Según la productora, los hechos no se limitan al robo de ganado, sino que implican una clara amenaza a la seguridad y la vida de las personas que habitan en las zonas rurales. A lo largo de este tiempo, Melín ha presentado numerosas denuncias, pero no ha visto avances sustanciales en la investigación ni respuestas efectivas que garanticen la seguridad de su familia y empleados.

Finalmente, Melín advirtió que la situación podría escalar aún más si no se toman medidas urgentes para evitar un posible desenlace trágico. La productora se mostró indignada ante la falta de acción de las autoridades y afirmó que continuará luchando por la seguridad de su establecimiento, implementando medidas de prevención adicionales por su cuenta.