Según una encuesta elaborada por Bumeran en el marco del
Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, el 75,3%
de las mujeres encuestadas fue testigo o vivió algún tipo de violencia o
desigualdad de género en el ámbito de su trabajo. Incluso, si se investiga de
manera más profunda, el 86,3% respondió sufrir o haber sufrido alguna situación
de este tipo en su ámbito laboral. Pese a esto, la mayoría indica no denunciar
estos hechos por miedo a perder su trabajo.
Esta encuesta fue contestada por más de 4 mil personas de
todos los géneros (hombres, mujeres, otros/as y prefiero no decirlo).
Bumeran es el portal online de empleo más grande de
América Latina, con presencia en cuatro países: Argentina, México, Venezuela y
Perú. El sitio ofrece más de 54.000 ofertas de empleo y recibe más de 15
millones de visitas por mes.
Al momento de especificar de qué tipo de violencia o
desigualdad se trató, el 81,3% de las mujeres declaró que fue psicológica
(amenaza, acoso, humillación, deshonra, manipulación o aislamiento), el 35,8%
expresó que se trató de desigualdad económica (brecha salarial de género -
desigualdad salarial ante igual tarea - , entre otros), el 24,9% explicó que
fue violencia simbólica (estereotipos que reproduzcan desigualdad o
discriminación, entre otros), el 11,1% expuso que fue sexual (cualquier acción
que implique vulneración del hecho de ser mujer, de decidir voluntariamente
acerca de su vida sexual o reproductiva), el 5,4% manifestó que fue física
(cualquier forma de maltrato o agresión que afecte el cuerpo de la mujer) y el
9,8% restante dijo haber sufrido otros tipos de violencia.
"La problemática de género es transversal a todos
los ámbitos y el laboral no es una excepción. Por eso, desde Bumeran creemos
que visibilizar y trabajar desde este enfoque es importante, tanto desde
nuestras encuestas a usuarios, como en nuestros informes. Sin embargo, los
resultados demuestran que todavía falta avanzar en este camino y el papel de la
comunicación es fundamental en este proceso", afirmó Lucía Benavente,
responsable editorial de Bumeran.
Por otro lado, el 51,7% de los hombres respondieron haber
vivido o presenciado una situación de violencia o desigualdad de género, siendo
la violencia psicológica la más común por un 92,4%.
A la hora de responder sobre quién fue el que perpetró la
situación violenta o desigual, un 69,7% de las mujeres respondió que lo hizo su
jefe directo, seguido por el jefe de su jefe (14,7%), un compañero (13,6%) y,
finalmente, un proveedor (1,97%).
Con respecto a lo que se hizo con esa situación
específica, la mayor parte de quienes respondieron (56,4%) dijo no haber hecho
nada al respecto. Las razones que justificaron esta ausencia de acción tienen
que ver con un miedo a perder el trabajo (62,6%), temor a represalias (27,7%),
temor a que no le creyeran (6,4%) y miedo al qué dirán (3,3%).
En relación a quienes sí hicieron algo con esta situación
(43,6%), el 38,3% habló con quien ejerció violencia o generó una situación
desigual, el 29,8% realizó la denuncia en el departamento de RRHH, el 28,7% lo
comentó con sus compañeros y el 3,1% realizó la denuncia en la policía.
Luego de esta exposición del hecho, sólo el 13,4%
respondió haber experimentado consecuencias positivas, mientras que otro 53,6%
declaró haber sentido consecuencias negativas. Entre las primeras, destacaron
el haber recibido el apoyo de sus compañeros (41,9%), que se comenzara a tratar
el tema internamente de modo preventivo (el 35,7%) y que se generara un ámbito
de mayor compañerismo (el 22,5%).
Con respecto a quienes vivieron consecuencias negativas,
el 56,1% dijo haber perdido su trabajo, el 34,1% aseguró haber sido aislado
laboralmente y el 9,8% planteó que lo amenazaron con perder su empleo.
Si se trata esta temática desde un punto de vista más
general es alarmante descubrir que el 65,3% de las encuestadas planteó no
percibir cambios frente a estas situaciones en los últimos tiempos, frente al
34,7% que declaró sí observar algunas diferencias con respecto a épocas
pasadas.
De quienes sí aseguraron ver cambios, el 46,4% planteó
que la gente es más cuidadosa frente a estas situaciones, 20,2% aseguró que las
empresas cuentan con protocolos de actuación que antes no tenían, el 18,8% dijo
que ahora se escucha a las víctimas y el 14,5% restante declaró que se presta
más atención a las denuncias.
De todos modos, continúa siendo mayor el porcentaje que
declara que en su trabajo no se trata esta temática (84,2%) frente a quienes
aseguran que en sus empleos sí lo hacen (15,8%). Para ahondar un poco más en
esta respuesta positiva, el 41,5% detalló que ofrecen alternativas de
comunicación para hacer denuncias, el 34,2% dijo que existe una política
estricta de respeto y el 24,4% declaró que existe un protocolo de actuación.
Al momento de hablar de micromachismos, sólo un 8,3%
considera que en su trabajo no existen este tipo de actitudes. En cuanto a la
descripción de estos, el 32,5% manifestó que en su trabajo las tareas
administrativas o serviciales (y generalmente no pagas) son realizadas de
manera desproporcionada por mujeres, el 28,9% declaró que se utilizan
estereotipos para negar pensar en una mujer como líder, el 25,2% detalló que el
líder o jefe que es varón suele ser reemplazado por otro varón, seguido por
otro varón y así sucesivamente. El 23,4% describió que, en ciertas situaciones
en sus empleos, un varón toma crédito por la idea de una mujer y también que
existe una tendencia hacia el mansplaining (21,6%).
20 noviembre 2024
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