Los pagos con transferencia
a través de teléfonos celulares alcanzaron un récord en septiembre, y equivalen
a 4 de cada 5 operaciones con tarjeta de débito, por lo que se encaminan a
volverse el medio de pago digital más utilizado de la Argentina apenas cuatro
años después de su implementación en el país.
En concreto, los pagos con
celulares a través de la lectura de códigos QR, de botones de pago o de
terminales de cobro POS alcanzaron los 137,4 millones en septiembre, apenas un
18% menos que los 167,7 millones que se cursaron a través de tarjetas de débito
y casi un 40% más que los 100,5 millones que se hicieron con tarjetas de
crédito, según los últimos datos del Banco Central.
La fuerte adopción de
teléfonos celulares, el avance en la digitalización de actividades cotidianas y
el salto tecnológico del ecosistema de pagos de la mano de las fintech como de
los bancos hicieron posible este cambio cultural que ya no es sólo de los
jóvenes, sino que abarca a varias generaciones.
En comparación con
septiembre del año pasado, los pagos con transferencia crecieron 136,2% -habían
sido 58,08 millones-, mientras que las operaciones con tarjetas de débito
crecieron 21,2 % en el mismo período y las que se hicieron con tarjetas de
crédito cayeron 1,8% en cantidades.
Pero si se mira en
perspectiva, el crecimiento es aún mayor: en marzo de 2020, justo antes de la
pandemia, las operaciones de este tipo no llegaban a los 20 millones y hoy son
casi 140 millones, un crecimiento del 600% en sólo dos años y medio.
Una de las claves para esto
fue la implementación en noviembre del año pasado de la plena interoperabilidad
del sistema de Transferencias 3.0, esto es, que una persona que tenga
descargada en su celular una aplicación bancaria (MODO, BNA+, Cuenta DNI, BBVA
Go, Galicia, Macro Santander u otra) o de una fintech (Mercado Pago, Ualá,
Yacaré, Tap, entre otras) pueda pagar en cualquier QR, sin importar la empresa
que lo haya emitido.
Las ventajas de este
sistema, sin embargo, no terminan ahí: los comercios reciben el dinero en sus
cuentas en menos de 15 segundos de forma irrevocable y con la comisión más baja
del mercado (de 0,6 a 0,8%), lo que simplifica las operaciones y permite competir
contra el efectivo que, se estima, aún es la forma de pago más usada en la
Argentina, en cerca de 8 de cada 10 transacciones.
Además, significa una mejora
rotunda respecto a que los que se hacen con tarjeta de débito, que se acreditan
recién a las 24 horas, o a los con tarjeta de crédito, que lo hacen dependiendo
del tamaño de la empresa que reciba el dinero, si es micro o pequeña será en 8
días, si es mediana en 10 y si es grande 18 días hábiles.
"La interoperabilidad
es esencial para todos porque fomenta la competencia. Los monopolios atrofian,
la competencia eleva, y pensamos que cuando hay interoperabilidad hay más
posibilidades de competir porque puede haber más billeteras, más métodos de
cobro y eso tiende a bajar los costos de digitalizarse y permitir que mucha más
gente sea parte del sistema", aseguró a Télam Pierpaolo Barbieri, CEO y
fundador de Ualá.
Si bien los pagos por
grandes montos siguen siendo dominados por los plásticos, sobre todo a través
de grandes compras presenciales y online o internacionales por la posibilidad
de pagar en cuotas, los datos disponibles muestran que las personas son cada
vez más adeptas a pagar con su celular en comercios de cercanía y por montos
bajos.
Mercado Pago informó
recientemente que 6 de cada 10 pagos con QR se hacen en supermercados, turismo,
estaciones de servicio y restaurants.
Por su parte, Ualá sostuvo
números similares en tiendas de comida, kioscos y pequeños negocios, y que el
rango de 13 a 24 años es quien más lo utiliza, siendo responsables del 53% del
total de las transacciones con un ticket promedio de $1.500, aunque conforme
aumenta la edad de las personas usuarias, también lo hace el monto de los
pagos.
Para Agustin Onagoity,
Director de Mercado Pago, los pagos con QR significaron "un paso para la
formalización de la economía, la lucha contra el efectivo y hoy observamos la
masividad que ha tenido, con más de 1,5 millones de comercios cobrando con
nuestra solución, de los cuales un 98% son micro empresas y más de 5 millones
de pagadores únicos".
Sin embargo, aún quedan
grandes desafíos: la falta de educación financiera y las retenciones fiscales
sobre los comercios -fundamentalmente de Ingresos Brutos y Ganancias- hacen que
los cargos para pagos con transferencias sean iguales a los de débito, que
superan el 10% del pago que reciben.
"Creo que tenemos que
emular lo que hizo Brasil con PIX (esquema de pagos electrónicos que se lanzó
hace dos años y que ya usan más del 70 % de los adultos de ese país), donde se
bajaron radicalmente la carga impositiva sobre las transacciones más chicas
porque fomentar la digitalización", afirmó Barbieri.
Y concluyó: "Queremos
que el comercio no ocurra en efectivo y escondido, sino en un sistema abierto e
interoperable y escalable, que permite crear una historia crediticia para poder
hacer más créditos accesibles para más gente".
22 noviembre 2024
Nacionales