El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, expresó su rechazo a la decisión del Gobierno Nacional de trasladar la planta de Gas Natural Licuado (GNL) a la provincia de Río Negro, argumentando que se trata de una represalia política. La obra, considerada la más grande en la historia argentina, fue reasignada por YPF, lo que generó un fuerte impacto y malestar en las autoridades bonaerenses.
En una conferencia de prensa desde La Plata, Kicillof calificó la decisión como “una irresponsabilidad del Presidente de la Nación” y un “capricho por cuestiones ideológicas”. Según el Gobernador, esta medida pone en riesgo un proyecto crucial para el país. Desmintió que la localización de la planta tenga relación con la adhesión de Buenos Aires al Régimen de Incentivos de Grandes Inversiones (RIGI), destacando que la decisión de YPF no se basó en la política provincial.
El mandatario explicó que la adhesión al RIGI otorga beneficios impositivos y jurídicos a las empresas independientemente del apoyo provincial, y que la decisión de YPF se tomó sin considerar este factor. Subrayó que, aunque YPF es una empresa privada, sus directivos son funcionarios del presidente Milei, y acusó al Gobierno de tomar decisiones dictadas por él.
El Gobernador lamentó la resolución "intempestiva" del cambio de localización, indicando que se estaba trabajando en un cronograma específico con la compañía petrolera. Criticó la actitud del Gobierno Nacional y acusó a Milei de castigar a Buenos Aires por no haber ganado las elecciones en el distrito.
Kicillof concluyó que esta decisión se inscribe dentro de “las peores prácticas de la política”, afirmando que Milei utiliza tácticas de represalia para obtener adhesiones y voluntades, y advirtió sobre el daño que estas decisiones pueden generar en la provincia y sus habitantes.
22 noviembre 2024
Nacionales