En una tensa sesión en la Cámara de Diputados, los representantes rionegrinos Agustín Domingo (Innovación Federal) y Martín Soria (Unión por la Patria) expusieron posiciones contrapuestas sobre el veto del presidente Javier Milei a la reforma previsional que beneficiaría a los jubilados.

Mientras Domingo optó por la abstención para dar “gobernabilidad” y argumentando razones fiscales, Soria lanzó fuertes críticas al oficialismo, señalando su incoherencia y el impacto en los sectores vulnerables.

Agustín Domingo explicó su abstención afirmando que la fórmula previsional aprobada por una amplia mayoría en el Congreso era fiscalmente viable y que el veto representaba una decisión política más que económica. Según Domingo, mantener la fórmula hubiera evitado una "catarata de juicios" y un mayor gasto en honorarios y litigios judiciales. “El costo era apenas 0,4 puntos del PBI, lo que es absolutamente pagable”, afirmó, subrayando que el ahorro generado por el recorte en transferencias discrecionales a las provincias duplicaba dicho costo.

Pero a pesar de lo argumentado, a la hora de votar su abstención se inclinó por sostener la gobernabilidad y la relación de la Nación con las Provincias, argumentando que “desde el Bloque de Innovación Federal no vamos a votar en contra de esa decisión política que tomó el Presidente. Entendemos perfectamente también las implicancias que tendría para el gobierno votar en contra de esta decisión política que tomó el Presidente y lo último que queremos, y entendemos que lo último que necesita nuestro país, es votar en contra de esa decisión”.

Por su parte, Martín Soria, del Frente de Todos, lanzó duras críticas hacia quienes justificaron el veto de Milei con argumentos económicos. “No puedo dejar de recordar la frase de Cristian Ritondo cuando decía que se fueron al vestuario con una camiseta y vuelven con otra”, expresó en referencia a quienes cambian su postura o se abstienen de votar. Soria señaló que durante los nueve meses de gobierno no se presentó ningún proyecto con partida presupuestaria específica, y que el superávit fiscal exhibido por el oficialismo era una excusa inconsistente.

El diputado concluyó que el verdadero problema no era la emisión monetaria o el equilibrio fiscal, sino la falta de prioridad hacia los sectores más necesitados, como los jubilados, mientras se favorece la "timba financiera".

“En estos meses la deuda pública trepó 9.500 millones más. Por eso sepan que los argentinos y también los jubilados y jubiladas van a saber quiénes son los que vuelven a estar una vez más y como siempre del lado de ellos, de los trabajadores, de las empresas, de la producción, de las universidades, y quienes una y otra vez se vuelven a vender al poder económico, al poder real de turno”, finalizó el legislador.