Esta semana se cumplen siete años de la tragedia que conmovió a Argentina y al mundo entero. El 8 de noviembre de 2017, el submarino ARA San Juan zarpaba del puerto de Ushuaia con destino a Mar del Plata para realizar una misión en el Atlántico Sur. Siete días después, el 15 de noviembre, el contacto con la nave se perdió y, con ello, las esperanzas de encontrar con vida a sus 44 tripulantes.
Tras un año de incertidumbre, el 17 de noviembre de 2018, el Gobierno argentino confirmó lo que ya se temía: el submarino había sufrido una explosión en el fondo del mar. El destino de los 44 submarinistas se había sellado trágicamente, pero el dolor y la búsqueda de justicia no cesan.
En el marco de esta dolorosa conmemoración, el programa “La Tarde es Nuestra” de FM Raíces, conducido por Pedro Caram y Laura Baffoni, entrevistó a César Toconas, hermano de Mario Toconas, uno de los submarinistas desaparecidos. En la charla César compartió su dolor, pero también las inquietudes de las familias sobre la falta de respuestas y la marcha del proceso judicial que aún hoy, tras tantos años, sigue estancado.
César agradeció el reconocimiento hacia su hermano y los demás 43 tripulantes del ARA San Juan. "Gracias por recordar a todos los marinos, a mi hermano y a sus compañeros", expresó reconociendo el apoyo de la gente de Sierra Grande, donde Mario era muy querido. En esa localidad de la costa atlántica, la memoria de los caídos se mantiene viva a través de homenajes como el que se realiza cada año en la escuela que lleva el nombre de Mario y el monumento erigido en su honor cerca de las playas de la región.
Sin embargo, el dolor por la pérdida de un ser querido se ve aún más agudizado por la sensación de impunidad y falta de esclarecimiento. César recordó que, a pesar de los años transcurridos, la investigación sobre lo sucedido con el ARA San Juan no ha avanzado como deberían. "Hace un par de años atrás se culpó a cuatro suboficiales, no de los altos rangos, sino oficiales de la Armada por incumplimiento de su deber", relató. A pesar de las imputaciones, esos oficiales fueron excarcelados y simplemente se les impuso una multa. Para las familias de los 44 tripulantes, esto no es suficiente.
"Hay muchos más responsables que deberían dar su respuesta delante de la justicia, no solo esos cuatro oficiales", insistió César, quien, como tantos otros familiares, no se conforma con lo que considera una respuesta parcial y distante de la magnitud de la tragedia.
En el juicio aún no se ha esclarecido completamente lo sucedido. La investigación, que estuvo en manos de varios abogados y organizaciones como la que representa a los familiares, parece haber quedado estancada. Luis Tagliapetra, padre de uno de los submarinistas, ha solicitado la ampliación de la investigación, pero a pesar de los esfuerzos, "hace un par de años que quedó ahí estancado y hasta el día de hoy no se sabe nada", señaló César. Para las familias, esta falta de avances genera un dolor adicional, la sensación de que el Estado no ha hecho lo suficiente para esclarecer los hechos y ofrecer una verdadera reparación.
Más allá de la lucha por la justicia, el dolor sigue presente en cada aniversario, cada recordatorio. Para César y su familia, el paso del tiempo no ha traído consuelo. "Ha sido muy difícil. Nosotros como hermanos de Mario y bueno, yo me imagino mi papá y el papá de todos los chicos, sus mamás, ha sido un dolor muy inmenso", reflexionó. La herida sigue abierta, pero a pesar de todo, tratan de seguir adelante. La comunidad de Sierra Grande ha sido fundamental en este proceso.
"Nos sentimos muy acompañados por la población", afirmó, agradeciendo el apoyo constante de la gente en cada acto de homenaje.
El dolor se intensifica aún más cuando se piensa en las nuevas generaciones que crecieron sin conocer a sus padres. Mario Toconas dejó una hija que en ese momento tenía solo seis meses de gestación. "Ella siempre va a tener el apoyo de todos nosotros", afirmó César con la firme esperanza de que, a pesar de la tragedia, la familia estará unida y su sobrina crecerá rodeada de amor. El pequeño hijo de Mario, que entonces tenía ocho años, también comenzó a tomar conciencia de la pérdida de su padre, una situación que, lamentablemente, no tiene respuesta en cuanto a las circunstancias del fatal desenlace.
El Estado argentino, por su parte, ha hecho algunos intentos de resarcir a las familias de los submarinistas, pero César dejó en claro que, para él y sus hermanos, lo más importante sigue siendo la verdad. "Nosotros como hermanos únicamente pedíamos la verdad, que nos digan qué pasó", reiteró, explicando que el dolor por la pérdida es mucho más profundo cuando, además de la tragedia, se siente que el Estado ha fallado en la búsqueda de respuestas. Aunque hubo intentos de indemnización, César destacó que lo que las familias reclaman, por encima de todo, es el esclarecimiento de lo sucedido.
A pesar de la falta de justicia, César y los demás familiares siguen adelante, manteniendo viva la memoria de los 44 héroes del ARA San Juan. La promulgación de la Ley 27.758, que instituyó el 15 de noviembre como el Día Nacional de la Memoria por los 44 tripulantes, es un paso más hacia el reconocimiento oficial de la tragedia. Este año, como todos los anteriores, los familiares de los submarinistas intentarán viajar a Mar del Plata para reunirse con otros familiares y rendir homenaje a los caídos. "Nosotros tratamos, como familia, y gracias a ustedes, los medios de comunicación, que se comunican con nosotros, podemos mantener viva la memoria de los 44 submarinistas", concluyó César, agradecido por la oportunidad de compartir su historia y la de su hermano Mario.
Siete años después de la desaparición del ARA San Juan, el dolor sigue presente, pero también la esperanza de que, algún día, la verdad salga a la luz y se haga justicia para todos aquellos que dieron su vida en el cumplimiento del deber. Mientras tanto, las familias, acompañadas por la sociedad argentina, seguirán luchando por la memoria y la justicia.
20 noviembre 2024
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