Dos proyectos de ley fueron presentados en el Congreso Nacional con el objetivo de mejorar la educación y la seguridad vial en Río Negro. Las iniciativas fueron impulsadas por el diputado Aníbal Tortoriello y apuntan, por un lado, a incorporar la enseñanza obligatoria de un idioma extranjero desde el nivel inicial en todas las escuelas del país, y por otro, a instalar postes de comunicación de emergencia en rutas nacionales que atraviesan la provincia.

En relación a la educación, la propuesta plantea modificar la Ley de Educación Nacional N° 26.206 para garantizar que niños y niñas accedan al aprendizaje de un segundo idioma, preferentemente inglés, desde los tres años. La medida busca igualar oportunidades entre estudiantes de diferentes sectores sociales, económicos y geográficos, y preparar a las nuevas generaciones para un mundo cada vez más globalizado.

Fuentes legislativas indicaron que el proyecto se apoya en datos del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia (UCA), que evidencian una marcada brecha en el acceso a idiomas extranjeros: en los sectores sociales más vulnerables el déficit alcanza al 72,7%, mientras que en los niveles medio-altos desciende al 13,7%. Además, se prevé que el Ministerio de Educación, a través del Consejo Federal de Educación, defina los plazos y estrategias de implementación en un plazo de 180 días tras la sanción de la ley.

En paralelo, Tortoriello presentó un proyecto de declaración solicitando que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la Secretaría de Transporte y la Dirección Nacional de Vialidad, instale postes de comunicación de emergencia —postes S.O.S.— en las rutas nacionales N° 3, 23, 250 y 251. De acuerdo a la información recabada, el legislador fundamentó su iniciativa en la falta de cobertura de telefonía celular en extensos tramos de estas vías, lo que dificulta la asistencia rápida en caso de accidentes o situaciones de emergencia.

El relevamiento indica que, si bien a partir de 2016 se habían instalado postes S.O.S. con conexión gratuita a internet, muchos de ellos dejaron de funcionar en 2019, dejando desprotegidas zonas de gran tránsito, esenciales para la actividad social, productiva y turística de Río Negro.

La propuesta no solo apunta a la colocación de nuevos dispositivos, sino también a rehabilitar aquellos que hoy están fuera de servicio, priorizando los sectores más alejados y con mayores dificultades de conectividad, donde contar con una vía de comunicación puede resultar determinante ante una emergencia.