Desde su vivienda ubicada sobre la costa del río Negro, a unos 20 kilómetros de Viedma camino a El Cóndor, donde cumple prisión domiciliaria, el empresario Federico “Fred” Machado decidió hablar públicamente por primera vez. En entrevistas concedidas a Radio Rivadavia y a la Agencia Noticias Argentinas, ofreció su versión sobre los hechos que lo vinculan con el diputado nacional José Luis Espert y con presuntos delitos de narcotráfico. Nada dijo de las acusaciones de tener negocios en Río Negro a través de su primo, Claudio Ciccarelli quien tuvo un meteórico ascenso económico en los últimos cincos años, con inversiones mineras que lo relacionarían también con el gobierno provincial.

Machado, investigado por la justicia de Estados Unidos, aseguró que su relación con Espert se remonta a 2019, cuando decidió realizar aportes a la campaña presidencial del entonces economista liberal. “Espert no me pidió plata, me pidió ayuda. Me dijo: ‘te necesito, tampoco es mucho’. Le financié algunos gastos para moverse, todo legal”, relató. Según su testimonio, el monto total de sus aportes rondó los 150 mil dólares, destinados a viáticos y logística, y más tarde firmaron un contrato por 200 mil dólares por tareas de asesoría en un proyecto minero en Guatemala.

El empresario insistió en que su asistencia fue “mínima” y que no existió ningún financiamiento oculto o millonario. “No era que yo le pagaba la carrera a Espert, éramos tres tipos, no había estructura”, afirmó. A la vez, consideró que el legislador “se equivocó” al intentar despegarse de él. “El error de Espert fue haberme negado. Si hubiera dicho ‘me dio una mano y después se metió en un lío’, nadie lo hubiera crucificado”, señaló.

Durante las entrevistas, Machado también involucró a la diputada Lilia Lemoine, a quien conoció en un encuentro político en la casa de Luis Rosales, ex vicepresidente de Avanza Libertad. Aquel evento —según recordó— contó con la presencia del consultor estadounidense Dick Morris, encargado de planificar una publicidad en la que Lemoine era protagonista. “Me llamó la atención porque representaba a una chica que rompía las rejas del Estado. Era una metáfora de la libertad”, describió.

En otro tramo de su testimonio, Machado explicó que conoció a Espert mientras desarrollaba inversiones mineras en Guatemala y que lo contrató formalmente como asesor económico. “Los 200 mil dólares estaban declarados por contrato. No eran los 34 millones que dice Grabois. Hicimos un acuerdo firmado”, subrayó. También aseguró que el diputado le expresó confianza en su inocencia tras las acusaciones judiciales. “Me dijo que creía en mí, que entendía lo que pasaba”, relató.

El empresario negó enfáticamente los vínculos con el narcotráfico y trató de justificar el pedido de extradición de la justicia norteamericana. “Si hubiera tenido vínculos con el cartel de Sinaloa, me hubieran matado. Nunca me drogué, nunca transporté drogas. Nunca nadie me propuso algo ilegal”, sostuvo. A su vez, señaló que su empresa aeronáutica fue injustamente asociada a maniobras de tráfico por el uso indebido de aeronaves registradas a su nombre en Estados Unidos.

“Esto fue una película de los hermanos Coen, todo absurdo. Me torturaron durante meses para que incriminara a otros, pero no lo hice. No soy un santo, pero tampoco un delincuente”, expresó. Contó que su actividad comercial consistía en comprar y vender aviones, y que los fondos que movía estaban dentro del sistema fiduciario estadounidense conocido como trust. “En Estados Unidos, tener un avión es como tener una bicicleta. En Argentina no se entiende eso”, ironizó.

Machado describió además su vida actual bajo prisión domiciliaria en Río Negro. Aislado, asegura que fue “abandonado” por todos los que lo conocieron. “Me convirtieron en radiactivo”, dijo, citando una frase de Diego Maradona: “Me cortaron las piernas”. Según su propio relato, su intención es limpiar su nombre y dejar registro de lo que considera una “persecución política y mediática”.

El caso volvió a poner en el centro de la escena las conexiones entre política y financiamiento electoral, así como el trasfondo judicial que involucra a Machado en una investigación internacional por narcotráfico y lavado de activos. Entretanto, desde el entorno de Espert no hubo nuevas declaraciones públicas tras las afirmaciones del empresario radicado en la zona costera de Viedma.