El Secretario General de ese gremio, Alejandro Gatica, mencionó que una semana antes de las elecciones del pasado domingo habían pautado una reunión con el actual intendente de Cipolletti.
“Esta es una práctica que llevamos adelante desde hace muchos años con los postulantes a la presidencia de la Legislatura, con el fin de conocerlos y enumerarles nuestros proyectos y logros”, remarcó.
Sin embargo, dijo que Weretilneck suspendió la visita a último momento “porque no creyó conveniente realizar ese encuentro debido a que yo era candidato a legislador por una agrupación política diferente a la suya”.
“Es una pena, porque habíamos preparado un almuerzo un nuestro gremio, para que conociera a toda la Comisión Directiva y recorra las instalaciones del sindicato, que posee uno de los predios sociales, deportivos y recreativos más grandes del sector urbano de Viedma”, manifestó.
Agregó que el vicegobernador electo “Prefirió dejar pasar el tiempo y conocer el resultado de las elecciones, para luego- en caso de ser electo- hablar con los trabajadores legislativos. Quiero recordarle que yo soy uno de esos empleados, pero además los represento a través del gremio A.P.E.L”.
Admitió que “la realidad es que desconocemos su pensamiento con referencia a la tarea futura en la Legislatura y a la relación con los trabajadores, pero nosotros estamos todos los días en nuestro lugar de trabajo”.
“Si tiene interés, antes del 10 de diciembre nos convocará. De lo contrario, luego que asuma le pediremos la audiencia formal, como corresponde”, subrayó Gatica.
Expresó además que “intentaremos en una mesa de diálogo, como  lo hicimos permanentemente, buscar el consenso a efectos de pautar diversas cuestiones laborales a futuro y asegurar un trabajo conjunto que dé garantía de funcionamiento del Poder Legislativo”.
“Lo que nunca va a dejar de lado APEL, más allá del color político del presidente de la Legislatura, es la defensa de los derechos y garantias de nuestros trabajadores”, aclaró.
Finalmente recordó que “algunos gremios de la CTA, durante la época institucional más difícil que atravesó Río Negro (la segunda mitad de la década del ’90), nos llamaron ‘palomas’ a los sindicatos enrolados en la C.G.T., porque apostamos al diálogo y a la paz social. Veremos si ellos seguirán siendo ‘halcones’ (como se autodenominaron en ese momento) o si la situación se revierte”.