La muerte de Carlos Soria se terminó convirtiendo en un expediente con una de esas causas que se tramitan, demoran y obstaculiza para que nunca la justicia pueda hacerse efectiva y el hecho quede impune.
Las evidencias y los testimonios son prueba fiel de que la viuda percuto el arma de fuego desde una distancia reducida e inclusive ni siquiera hubo un forcejeo por lo que se entiende que existió la intención de matar.
Los verdaderos motivos solo son conocidos por dos personas. Una está muerta y la otra se acaba de someter a tratamiento psiquiátrico con la clara intención de dilatar la causa al máximo posible.
Una actitud descarada porque se están empleando los resquicios de la ley para evitar que Freydoz sea ajusticiada y pague por el delito cometido independientemente de si hubo o no intencionalidad, eso deberá demostrarlo el abogado defensor ante los estrados judiciales de Río Negro.
El poder político ha presionado tanto en esta causa que el propio Chirinos lo admitió hecho que implica que la justicia no ha tenido la autonomía suficiente para proceder y sencillamente aplicar las leyes vigentes.
La ineficiencia del sistema judicial se da sencillamente porque su máxima autoridad no hace respetar la independencia de poderes y porque tampoco quieren desvincularse del ámbito político.
Si bien todos los ciudadanos deben ser mirados de igual manera no se puede obviar que se trata de la muerte de un gobernador e independientemente de que la esposa haya disparado debe ir a la cárcel.
Justamente la mala administración de la justicia ha llevado a acumular causas en diferentes ciudades como el triple crimen de Cipolletti, el doble crimen de Sierra Grande apenas un burdo ejemplo de una realidad nacional y una sociedad que se ha cansado de marchar y reclamar por justicia.
En el caso Carlos Soria quieren evitar el escándalo político y las consecuencias que podría implicar la detención de Susana Freydoz repudiable actitud considerando que todos los privilegios con los que ha contado la viuda no los tendría una persona desconocida en la sociedad y que haya cometido el mismo delito.
Vergonzoso que en un escenario en donde solo hay dos involucrados, un arma y un fallecido la justicia no tenga la capacidad de expedirse al menos con una sentencia preventiva y paradójicamente le han puesto custodia policial.
Un caso que por lo visto hará que la mujer del extinto gobernador se ampare bajo un supuesto tratamiento psiquiátrico que hasta podría convertirla en persona inimputable o la figura de la emoción violenta que le reduciría la pena de manera considerable.
Por otra parte, resultó hasta ridículo que el Presidente del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, Víctor Sodero Nievas, infringiera tantas veces el secreto de sumario como se le ocurrió.
La justicia y los hombres del poder político han hecho un “show mediático” pero ninguno ha tenido la capacidad de proceder según lo establecido en el Código Procesal Penal y Código Procesal Civil.
Si la justicia no llega para un funcionario de tan alta jerarquía que puede esperar el resto de la sociedad.
Lic. Christian González Ríos
Periodista
prensaserrana@gmail.com
16 noviembre 2024
Opinion