“Dice bien esta nueva cara del Tren Patagónico, al enumerar dificultades de lo que define como “un tren de fantasía”. Debería agregar que esta fantasía evitó el aislamiento de una despoblada Línea Sur, menos que relevante para los intereses del gobierno central”, agregó.

Mencionó también que “estamos orgullosos que nuestro Tren, aún con inconvenientes, haya esquivado la masacre ferroviaria que perpetró Carlos Menem durante la década del '90. Seguramente nuestro modesto servicio se encuentra muy lejos del promocionado Tren Bala –anunciado por la Presidente Kirchner el 16 de enero de 2008-, pero, con esfuerzo y en la total soledad de los rionegrinos es que se sostuvo. Hecho que por si solo amerita que el funcionario mida responsablemente sus palabras, al menos por respeto a los habitantes de la región que hoy su universo sensorial acaba de descubrir”.

Sostuvo Berardi que “podríamos preguntarnos si tiene alguna razón la obvia memoria selectiva del nuevo funcionario y por qué no, nuevo rionegrino, que soslaya en su análisis aquella triste frase “ramal que para, ramal que cierra”, que dejó a miles de trabajadores ferroviarios en la calle y a cientos de pueblos sin comunicación”.

“Denuncia el nuevo responsable del Tren Patagónico que no se realizaron las inversiones adecuadas, necesarias. Pero nada dice de una economía centralista que obligaba a trajinar pasillos nacionales para obtener lo que la coparticipación incumple en cuanto a mandatos constitucionales”, expresó.

En este sentido, deseó que "Fernando Vaca Narvaja logre con urgencia las señaladas inversiones y que pueda obtener a la brevedad los recursos financieros que convertirán al Tren Provincial en un émulo del histórico Tren Arrayanes que perteneció a la Nación. Seguramente ese logro le de el adecuado pedestal en el que encaramarse para hacer las afirmaciones que tan suelto de cuerpo hace hoy. Entonces, y solo entonces, contará con el seguro respaldo de todos los rionegrinos”.

“Parafraseando al ex presidente venezolano Carlos Andrés Perez que afirmó que si no existe una Rusia, hay que inventarla; seguramente el paso de los radicales en los distintos gobiernos de Río Negro, son la Rusia que utiliza la actual administración para justificar medidas, transferir responsabilidades o vacilar en las decisiones, pero, vamos, no se puede llegar a la exageración de afirmar que todo se hizo mal. El Tren Patagónico cumplió un destacado rol aún sin ningún respaldo nacional”, concluyó.