El presidente del Concejo admitió que le ofrecimiento a la dirigencia de SOYEM y UPCN “no es lo que pretendían, porque su objetivo primordial era la derogación de la ordenanza”.
Foulkes admitió a FM de la Costa que algunos de los ediles habían dado marcha atrás y pretendían dejar sin efecto el aumento para destrabar el conflicto, pero “en la reunión con todos los concejales no hubo acuerdo”.
El titular del cuerpo deliberativo capitalino reiteró que el ofrecimiento “no es lo que pretendían (los gremios) pero si entendieron que es un gesto en busca de una posible solución”.
Foulkes remarcó que “quedó clarísimo que no es el Deliberante el que determina la política salarial” y agregó que “me comprometí para hacer alguna gestión y armar un canal de dialogo”.
En ese marco, explicó que el intendente aceptó conformar una mesa de trabajo pero “sin poner condicionamientos de resultados futuros”. Añadió que “es una construcción colectiva entre gremios y Ejecutivo, para ver como se puede ir mejorando el inconveniente de los salarios y estudiando más profundamente el tema de los contratados”.
Con respecto a la situación salarial, Foulkes admitió que analiza algunas alternativas pero evitó adelantar detalles. Solo atinó a decir que “se podrían sumar adicionales” pero agregó que “estas cosas surgen de muchas variantes y dependen de la cantidad de gente a ser aplicada”.
El funcionario subrayó que él y el resto de los ediles asumieron el costo político de esta decisión “a pesar de ser algo difícil y complejo” y agregó: “Incluso yo, que soy el que menos aumento tendrá, porque prácticamente mi sueldo no cambió… pero soy a quien más castigan”.
Remarcó que esta medida la toman todos los cuerpos colegiados. “Esto parece una cosa totalmente espuria y rara, pero se hace en todo el mundo” dijo y entendió que la medida cayó mal porque se tomó “en un momento con necesidades insatisfechas, una inflación que crece y con salarios bajos”.
21 diciembre 2024
Viedma