Dos hermanos fueron adoptados y su historia familiar quedó sellada en Cipolletti

La Justicia de Río Negro comunicó la adopción plena en un acto pensado para las infancias, donde se reconoció legalmente un vínculo construido en la vida cotidiana

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Dos hermanos que desde hace meses comparten rutinas, juegos y afectos con una familia en Cipolletti recibieron este jueves una noticia que marcó un antes y un después en sus vidas: la Justicia rionegrina confirmó legalmente su adopción plena. La comunicación se realizó en el fuero de Familia de la ciudad, en un encuentro íntimo diseñado especialmente para que los niños pudieran comprender y sentir el alcance de ese momento.

La resolución fue dictada por el Poder Judicial de Río Negro, luego de un proceso que comenzó a mediados de este año con la declaración de adoptabilidad y la posterior guarda preadoptiva. Desde entonces, los hermanos se integraron a una vida familiar que incluyó la escuela, el club, las mascotas y los pequeños rituales cotidianos que fueron construyendo un sentido de hogar.

Durante una audiencia celebrada a principios de diciembre, los niños expresaron con claridad su deseo de ser adoptados por las personas con quienes convivían y de llevar los nombres y apellidos que eligieron para sí. Esa manifestación fue incorporada al expediente y considerada central en la definición del proceso, en línea con el derecho de niños y niñas a ser escuchados.

Los informes elaborados por los equipos técnicos que intervinieron dieron cuenta de un vínculo afectivo sostenido, con acompañamiento permanente y respeto por las trayectorias previas de los hermanos. También señalaron una adaptación positiva en los ámbitos escolar y social, así como la presencia de rutinas que brindaron previsibilidad y contención.

La comunicación de la sentencia se apartó de los formatos habituales. En la sala del fuero de Familia, la jueza se dirigió directamente a los hermanos y les leyó fragmentos de la resolución redactados en un lenguaje accesible. El encuentro contó con la presencia de sus padres adoptivos, profesionales del Equipo Interdisciplinario y defensoras públicas que acompañaron el proceso, en un clima compartido de atención y cercanía.

La adopción plena fue otorgada con efectos retroactivos a la fecha de la guarda preadoptiva. La sentencia ordenó la inscripción de los nuevos datos filiatorios en el Registro Civil y la emisión de nuevos documentos de identidad, y aseguró la continuidad del vínculo con un hermano biológico, conforme a lo establecido por la legislación vigente.

Integrantes de la Unidad Procesal participaron del encuentro y colaboraron para que el espacio resultara acogedor, con gestos pensados para las infancias. Así, el edificio judicial se transformó por unas horas en un lugar distinto: no solo el ámbito donde se dicta una sentencia, sino el escenario donde dos hermanos recibieron el reconocimiento legal de una historia que ya venían viviendo como propia.

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