12 septiembre 2012 Río Negro Comentar

“En Latinoamérica, la posibilidad de ampliar el voto a la franja de mayores de 16 años ya es una realidad en Brasil, Ecuador y Cuba. Y lo están analizando Uruguay y Chile. Pero también es una práctica común en países de Europa: Austria lo estableció para todas las elecciones; en Suiza, Noruega, Alemania, Inglaterra, varios distritos  y estados lo permiten para los comicios distritales. En Italia y España ya se está analizando la misma posibilidad”, remarcó.

Sin embargo, “a algunos sectores les molesta la ampliación de derechos y el fortalecimiento de la democracia. Les preocupa la participación de nuevos sectores sociales porque están convencidos de que la política de un país se puede definir en la mesa chica de las corporaciones. Romper esa tradición, generar nuevos mecanismos de participación y debate, sumar nuevas voces, permitir la irrupción de otros sectores del pensamiento que no responden al academicismo hegemónico, son formas de profundizar este camino de transformaciones”.

El diputado nacional aseveró luego que “en una democracia se puede estar de acuerdo o no, pero cuando se debate se debe argumentar con hechos fácticos, comprobables, y no llenar de datos falsos buscando generar miedo en la sociedad”.

“No se puede mentir descaradamente asegurando que se sumarán 2,8 millones de nuevos votantes, cuando una simple consulta a los datos del censo 2010 y una suma más sencilla todavía nos muestra que los nuevos votantes serán, en todo caso, 1,4 millones. No se puede mentir diciendo que un alto porcentaje de esos jóvenes perciben la Asignación Universal por Hijo, cuando esta asignación la cobran los padres. Y sólo el 10 % de este sector etario se encuentra en pareja o casado”, enfatizó.

Avoscan comentó luego: “se puede votar a favor o en contra de la ley, pero argumentando sobre hechos reales y no sobre el prejuicio y la estigmatización de las familias argentinas que perciben la Asignación por Hijo. Porque parece que recibir un derecho básico como es la AUH es una prebenda que somete clientelarmente a toda una franja de la sociedad argentina”.

“Ampliar el padrón electoral para que los jóvenes puedan votar es abrir la posibilidad de una mayor participación juvenil en la vida política argentina. Es invitarlos a debatir el presente y el futuro de nuestro país. Es solicitarles que nos aporten su mirada sobre los problemas comunes y que se atrevan a sumar propuestas para transformar la realidad. Pero parece que esta ampliación de la participación es lo que atemoriza a los sectores más conservadores de nuestra sociedad”, puntualizó.