“Hace ocho o nueve meses estoy viendo por turno no menos de tres o cuatro casos graves de violencia de género que incluyen lesiones y amenazas (antes se registraba una o ninguna). Hay incluso prohibiciones de acercamiento que son violadas y terminan en hechos más violentos”, sostuvo el magistrado.
Entendió que “estos casos han recrudecido en los últimos meses y también veo que las mujeres se animan más a recurrir a la justicia o a los organismos que receptan este tipo de denuncias”.
“Por eso todos los jefes de las comisarías de esta 1ra Circunscripción, saben que cuando se presenta un caso específico de violencia de género, sea cual fuere la gravedad, inmediatamente nos anotician de esto y lo que tienen que hacer obligatoriamente por disposición mía, es charlar con la víctima y establecer con ella los mecanismos de protección”, remarcó.
Dijo Bustamante que “la víctima tiene que irse de esa comisaría sabiendo que le pidió al jefe o al oficial de servicio una medida de protección. Es una manera de evitar tramiterío administrativo que no tiene sentido cuando es un caso de urgencia durante la noche”.
Consideró el juez que “tenemos que acostumbrar a la policía y acostumbrarnos nosotros también a que, como recrudeció el tema, tenemos que prestarle más atención”.
“Veo con buenos ojos que la policía haya incluido una comisaría específica para atender este tipo de situaciones. El problema de la violencia de género necesita de un tacto especial que no todos los policías tienen, no todos están preparados para recibir la noticia de una mujer que ha sido golpeada”, afirmó.
Milagros Calvo
En este sentido destacó la labor de la agente policial Milagros Calvo que se desempeña en la comisaría 76 del Barrio Lavalle: “Debería haber una Milagros Calvo en cada comisaría”, resaltó.
Añadió que “las mujeres tienen que ir a denunciar a las comisarías y también a la fiscalía, ya que el Ministerio Público Fiscal cuenta con un órgano que se llama OFAVI (Oficina de Atención a la Víctima del Delito) que cuenta con profesionales de la rama de la psicología que son excelentes y se ocupan de asistir integralmente a cualquier víctima del delito, sobre todo a las que están indefensas como pueden ser las mujeres violentadas”.
Subrayó que “el agresor generalmente lo que hace es anular una parte de la personalidad de la víctima, entonces en la mayoría de las ocasiones a esa víctima le cuesta mucho entender su condición, darse cuenta que es una víctima de la violencia de género. De ahí que, una vez que la víctima salió de ese encierro en que la pusieron, lo que hay que hacer como estado es brindarle todas las herramientas lo más urgente posible como para que pueda ver saciado su interés”.
También indicó Bustamante que “no hay que tener temores, hay que denuciar. A veces el Estado no advierte si la misma víctima, su familia o allegados no avisan. Estas cuestiones las puede anoticiar cualquiera, un vecino, un transeúnte que viene caminando y ve un hecho, pueden denunciar hasta llamando al 911 rápidamente”.
“Puede que el Estado responda con lentitud o hasta con algún error, pero responde. Después vemos cómo hacemos para perfeccionar la respuesta del Estado”, concluyó.
15 enero 2025
Judiciales