La nota, escrita por Claudio Andrade, señala que “un niño, una manzana” parece ser el lema del diputado provincial rionegrino, que propuso -como una forma de enfrentar la grave crisis por la que atraviesa la industria de la fruta en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén- introducir a esta fruta como parte del refrigerio de miles de estudiantes en la provincia.
La publicación dice que “en el proyecto se estima que este consumo ayudará en lo inmediato amejorar las finanzas de los pequeños y medianos productores de manzana y peras que sufren desde hace unos cincos años la caída internacional del precio de la fruta así como la aparición de nuevos jugadores en el mercado global. Por otro lado, está como fundamento la cuestión puramente nutricional de la manzana y la intención, de parte de Doñate y su gente, de crear una cultura de su consumo entre los pibes.
Río Negro tiene más de 100 mil alumnos entre sus niveles inicial, primario, primario de adultos y especial. Según fuentes legislativas, el gobierno de Alberto Weretilneck vería con buenos ojos la idea de captar este mercado cautivo, como una solución parcial a los crónicos problemas económicos de los chacareros. En la actualidad, la mayoría de los productores de baja escala, generalmente familias dueñas de chacras de 7 a 10 hectáreas, se encuentran obligadas a vender a una cifra muy baja su producción -incluso a menos de lo que les costó producirla- o aceptar que se pudra ante sus ojos puesto que el precio del “frío” (la refrigeración en cámaras especiales) también lo volvió inaccesible para ellos.
El FPV ya realizó algunas acciones similares en 2013 a través del Ministerio de Agricultura del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Movimiento Evita, ubicando las hortalizas que cultivan los productores locales a precio casi de costo en improvisados mercados en los barrios populares de Bariloche, General Roca, Allen, entre otras localidades de la provincia. Hace un mes, el mismo legislador impulsó la creación de un gran mercado central de la provincia en la localidad de Luis Beltral en Valle Medio, un espacio donde los pequeños productores pudieran comercializar sus frutas y hortalizas.
“Familias e historias familiares de años y años con las manos curtidas de trabajar la tierra y no encontrar la salida para la efectiva comercialización de sus productos, millones de pesos invertidos en los sectores más vulnerables de la cadena productiva que no terminan de despegar”, indicó Doñate en un comunicado justificando sus curiosos proyectos. Según la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) la Argentina exporta anualmente un promedio de 460.000 toneladas de peras y 280.000 toneladas de manzanas (es quinta a nivel mundial). Mientras que más de 70 mil personas viven de la fruta en el norte de la Patagonia.

30 diciembre 2025
Río Negro