A pesar de los rastrillajes y las pesquisas con perros entrenados en detección de olores, ambos lograron ocultarse. La Policía realizó allanamientos en algunas viviendas y se desplegó un importante operativo en las rutas 22, 65 y 151.
El Servicio Penitenciario no brindó detalles oficiales sobre la fuga, aunque se supo que los internos evadidos son Franco Lara y Miguel Cirer. Habrían logrado sortear los primeros cercos internos y llegar hasta el alambrado perimetral, el cual cortaron y pudieron escapar a pie. A diferencia de los últimos escapes que sufrió la penitenciaría local, los reos no habrían contado con apoyo externo.
Según trascendió, un tercer recluso intentó acoplarse al escape, pero advertidos de la maniobra, los celadores pudieron detenerlo. La identidad de ese preso fue mantenida bajo reserva.
La Policía desplegó rápidamente un operativo de búsqueda. Se dispusieron recorridas del grupo COER y la Sección Canes, que se fueron alejando de las cercanías de la cárcel. De hecho, antes de cumplirse dos horas del escape, en las inmediaciones al edificio no se observaban movimientos. Las diligencias se llevaban a cabo en viviendas de distintos barrios y en las rutas. "Está todo el personal abocado a la búsqueda", manifestaron desde la Regional Quinta.
Colador
“Ya es alarmante la repetición de fugas de las unidades de detención de Río Negro. Casi todos los días se escapan presos, de cualquier comisaría, alcaidía o cárcel”, sostuvo el legislador del ARI, Jorge Ocampos.
Agregó que “hasta hace un tiempo, una fuga de presos era un hecho excepcional. Hoy es rutina y seguramente los detenidos deben hacer apuestas, para programar las evasiones”.
También dijo el ex intendente de esa ciudad que “ya se han emitido diagnósticos sobre el estado -deplorable en muchos casos- de los centros de detención que -como lo manda la Constitución- debieran ser espacios para la recuperación de los que allí son enviados por los jueces. Pero a esta altura de los acontecimientos, también son deplorables los mecanismos de seguridad de cada centro, incluido el comportamiento del personal que los atiende”.
Entendió que el adecuado estado de esos lugares “forman parte de una política de seguridad que debe darle tranquilidad a los pueblos. No solamente debe haber prevención y represión del delito y sus ejecutores, de lo que los rionegrinos tenemos un déficit serio y en expansión”.
Consideró evidente que el sistema carcelario “tiene problemas estructurales muy serios, pero observamos con preocupación que la conducción política del Estado provincial carece de ideas y acciones para mejorarlo. La rutinaria fuga de detenidos pone de manifiesto que escaparse de las cárceles es juego de niños; y cada fuga degrada la confianza pública en el estado, pone en ascuas a la población y distrae personal de seguridad que debería estar ocupado en ofrecerle garantías de seguridad a los pueblos”.
FUENTES: La Mañana de Cipolletti/ARI
17 enero 2025
Judiciales