Ante la crítica situación que afecta a las comunidades de pueblos originarios en la provincia de Río Negro, los representantes del Parlamento Mapuche decidieron declararse en estado de alerta y movilización y plantearon en  el encuentro los problemas serios que ha traído la sequía que diezmó sus majadas y que incide de manera terminante en la vida de los pobladores rurales.

La Defensora del Pueblo pudo interiorizarse de varios hechos que afectan a las comunidades que agregado al desastre natural que ha provocado la ceniza del volcán Caulle, sufren la indiferencia del gobierno provincial que no reconoce la tenencia de la tierras a sus antiguos pobladores.

Díaz expuso en el encuentro sobre todo el trabajo que viene desarrollando hasta la fecha el organismo a su cargo en pos de contribuir a mejorar la situación de los pueblos originarios. Nuevamente se han planteado problemas comunes que no son resueltos por el gobierno, hay abandono de las autoridades provinciales y locales, falta de servicios esenciales como luz eléctrica y agua corriente, salas de primeros auxilios en pésimas condiciones y graves problemas relacionados a tierras con la intranquilidad que conlleva el no reconocimiento legal de pertenencia.

La Defensora del Pueblo señaló que “en las habituales reuniones que mantenemos con los pueblos originarios, los problemas que se presentan siguen siendo los mismos. Son problemas sobre los cuáles continúa trabajando la Defensoría. Pero a pesar de las gestiones correspondientes no hay señales de medidas específicas que apunten a una solución definitiva.

Pareciera que hay mecanismos económicos, sociales y políticos que perpetúan la desigualdad y continúan marginando a las comunidades. Sin duda alguna se debe trabajar para revertir esa situación”.