“La empresa no estaba respetando las condiciones laborales y salariales de los trabajadores, por ese motivo se inició una medida de fuerza y, al ser convocados a una audiencia, se decidió suspenderla hasta el día de hoy”, explicó Damián Miler, Secretario General de la UOCRA Seccional Viedma, que incluye la Delegación San Antonio. 

En este marco, Miler estimó que durante el encuentro “se van a analizar algunos planteos que se están realizando desde el gremio en beneficio de los trabajadores y, de no obtener una respuesta favorable, realizaremos una asamblea y se verá de qué forma se continúa la lucha”. 

Cabe señalar que unos 40 trabajadores de la obra vial ubicada entre el paraje El Solito y la localidad de San Antonio Oeste, sobre la Ruta Provincial Nº 2, a cargo de la empresa Luciano Sociedad Anónima, desarrollan tareas en pésimas condiciones de trabajo, sin medidas de seguridad y sin elementos de protección personal y con extensiones inadecuadas de horarios de trabajo, sumado a otras graves falencias relacionadas al salario. 

Mencionó el sindicalista que “los trabajadores están prácticamente en la nada, porque en 150 kilómetros a la redonda no hay pueblos, ni parajes, ni ciudades, nada. Allí nuestros compañeros están repavimentando la ruta que estaba bastante complicada”. En el lugar, los trabajadores están “distribuidos en tres sectores de trabajo que comprenden la planta de elaboración de material de asfalto, la cantera de áridos y la ruta propiamente dicha”, explicó Miler quien se trasladó al lugar con su equipo de trabajo el pasado 2 de octubre.

Desde esa instancia, la intervención de la UOCRA permitió el avance en la defensa de los intereses de los trabajadores, que en ese momento se encontraban “en una situación laboral muy precaria, al borde de la explotación laboral”, definió Miler.   

Señaló que si bien las condiciones eran lamentables, la empresa constructora fue respondiendo algunos requerimientos gremiales, pero “lo más duro (de la negociación) estará en relación a los salarios de los trabajadores”, estimó el líder sindical. 

"Son trabajadores foráneos que han venido engañados a esta zona, se les está pagando un salario inferior incluso a una categoría mínima que tenemos en nuestra zona y hay otras cuestiones que la empresa tiene que ir completando, porque están dentro de lo presupuestado. La ropa de trabajo, comedores, señalización vial para que no ocurran accidentes. Son cuestiones que desde la intervención del gremio la empresa ha ido solucionando”, explicó.

Entre otras falencias detectadas durante la visita del gremio al lugar, “en la cantera, si bien solamente se cargan áridos, la casilla del sereno donde los trabajadores deberían poder estar luego de la jornada laboral o durante la jornada no cuenta con calefacción, ni luz, ni servicio de agua y el único baño disponible no tiene la higiene necesaria”, explicó Miler.

Por otro lado, en el sector de la planta de elaboración de material asfáltico se hallaron más trabajadores y la presencia esporádica de camioneros que distribuyen el material elaborado. “Allí no existe un comedor, ni resguardo para los trabajadores que hacen mantenimiento y conducción de maquinaria de elaboración de asfalto, mantenimiento de la caldera, sarandas, cargadoras, tolvas. No hay ninguna infraestructura que pueda albergar a los compañeros en momentos que no se puede trabajar. Están todo el tiempo a la intemperie, ni siquiera tienen resguardo para almorzar”, enumeró el sindicalista luego de la recorrida de la obra. 

En este sentido, agregó que “tampoco se respeta el horario de comida, los trabajadores deben comer arriba de las máquinas o manipulando las herramientas de trabajo. No se les entregan los elementos de protección personal, ni siquiera los básicos como es la ropa de trabajo y los elementos de seguridad y, mucho menos, pensar en elementos específicos como protección ocular, facial, es una falta total de compromiso por parte de la empresa de cuidar a sus trabajadores”. 

Por otra parte “las viviendas alquiladas para los trabajadores foráneos que la empresa ha traído especialmente para esta obra no reúnen las condiciones necesarias. Si bien el material de construcción y el espacio físico están acordes, las camas no tienen buenos colchones, no hay ropa de cama adecuada, la limpieza del lugar la deben realizar los propios trabajadores y hasta se deben cocinar ellos, cuando la empresa debería proveer estos servicios”, señaló Damián Miler.

En tanto, especificó que “en el frente de la ruta, donde los trabajadores están sobre calzada, no se reúnen las mínimas condiciones de seguridad. No existe cartelería de obra, no hay banderilleros suficientes, no hay conos. La ruta no se corta, es decir, no se para durante la obra, por lo tanto deben habilitarse manos para que puedan circular los vehículos y cuando cruzan se encuentran con trabajadores a mitad de camino sin conos de separación de calzada, ni cartelería que indique la velocidad máxima de 20 kilómetros, ni banderilleros para que vayan señalizando las precauciones a los vehículos para evitar cualquier tipo de accidentes”.

"A esto le sumamos la falta de entrega de elementos de seguridad personal, el agua, el lugar para comer. Esto es un denominador común en toda la obra”, explicó el Secretario General.

Además, detalló que “los trabajadores deben tener un horario específico de trabajo, se deben establecer horarios fijos y los posteriores se contabilizarán como horas extras. 
Las jornadas de trabajo deben estar dentro del marco legal establecido que son de 44 horas semanales. El jefe de obra, en este caso el ingeniero, debe determinar el corte de labor a la hora establecida y no porque haya algún problema en una máquina se haga esperar a los trabajadores que luego deben quedarse hasta las 10 de la noche como ocurrió este sábado pasado, poniendo en riesgo la salud y la integridad del trabajador solamente por cumplir el plan de trabajo previsto. Si no se puede realizar una tarea hoy se debe realizar otro día. La empresa no lo entiende, ojalá que no se sufran accidentes innecesarios”, sentenció Miler.

En este mismo contexto, se le planteó a la empresa que “el día de franco los trabajadores se puedan retirar más temprano para que los que deben viajar a ver a sus familias lo puedan hacer de manera tranquila y no salir corriendo atrás de un colectivo, y muchas veces perder un día de franco porque no se respeta el horario de trabajo. Hay trabajadores que deben recorrer más de mil kilómetros para ver a sus familias y eso la empresa lo debe tener en cuenta”.

Asimismo, señaló que “falta personal de limpieza, de maestranza, de lavandería e higiene general, faltan banderilleros y choferes, tanto de combis como de máquinas. Los trabajadores deben tener responsabilidad de una sola máquina por trabajador, no de tres máquinas al mismo tiempo y también los choferes de las combis deben tener una exclusiva responsabilidad y su descanso para poder retornar sin inconvenientes a sus lugares de pernoctación”. 

En la oportunidad, el sindicalista advirtió que "vemos una precarización total del trabajador, porque no tienen ningún elemento de seguridad, los botines no son los indicados para esa tarea que es asfalto caliente, son zapatos de jardinería, que nada tienen que ver con la construcción y menos con este tipo de tareas. No tienen guantes, barbijos, protectores auditivos, no hay matafuegos y no hay botiquines suficientes”.