“Una de las tantas causas que pesan sobre el ex represor es la desaparición del testigo Jorge Julio López, que en septiembre próximo se cumplirá una década y nunca supimos qué fue lo que ocurrió” -explicó Fernández y señaló– “debemos seguir juzgando y condenando a los responsables por los delitos de lesa humanidad, pero además exigir cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas, con la firme decisión política de no desandar el camino recorrido en materia de derechos humanos”.
Por último, la presidenta de la Comisión Especial Investigadora por la Memoria, la Verdad y la Justicia destacó la importancia de “no dar lugar a las presiones de estos personajes que, últimamente, exigen una impunidad que sentían perdida hace algunos años”. “Sería muy triste retroceder hacia un cambio de dirección de política judicial, porque solamente castigando a los responsables del terrorismo de Estado podremos seguir construyendo nuestra historia y fortaleciendo nuestra democracia”.
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