*Cuando el Ejecutivo Municipal habla de austeridad no dice toda la verdad. En el corto tiempo desde que asumió la actual gestión, se han firmado un total de 84 contratos por categoría y 55 locaciones de servicios. La práctica de incorporación de personal que lleva adelante vulnera los derechos de los ciudadanos a obtener un empleo, toda vez que los mismos en la mayoría de los casos han sido seleccionados de manera arbitraria. Es decir por “favoritismo político”, desconociendo de este modo la problemática social que padece nuestra sociedad y en desmedro de la igualdad de oportunidades.
 
*No se respetan los canales correctos de selección de personal, teniendo en cuenta el perfil de puestos y la articulación con la oficina de empleo, donde existe un registro de demanda laboral con respaldo documental. De esta forma, terminan obviando la participación técnica del Departamento de Selección y Capacitación de la Dirección de Recursos Humanos.

*El Ejecutivo convoca a un Consejo de la Función Pública bajo presupuestos que hablan de austeridad, eficiencia, eficacia, transparencia (todos conceptos utilizados por el Sr. intendente Gustavo Gennuso y por la Subsecretaria de la Función Pública). Si ben esas son las palabras manifestadas públicamente, en cambio los hechos hablan de otro ejecutar:

-Nombramiento bajo diferentes figuras legales para cumplir funciones en el Estado municipal, contratos por locación de servicios (por fuera de la legislación). El Estado dentro de sus prerrogativas debe  fiscalizar, es decir, hacer cumplir, pero ¡no cumple!

-Hablan de la necesidad de contar con procesos y sistemas administrativos claros y transparentes, pero éstos se desconocen a diario.

-Se realizan nombramientos discrecionales para ocupar diferentes cargos jerárquicos.

-Se establecen ingresos de personal con listados cerrados, tal es el caso de los nombramientos para los CDI (15 para diferentes funciones y 25 peones). Y nos preguntamos ¿de qué manera fueron seleccionados? o ¿simplemente son amigos del poder de turno? Sabemos que no han pasado por ningún proceso o sistema administrativo interno, desconociendo la estructura creada a tal fin, así como también se desconoce el aporte que realiza la ciudadanía –a través del pago de las tasas por servicios- para su mantenimiento. El acto administrativo, por el cual se debería administrar en igualdad de condiciones para con todos los ciudadanos inscriptos, se desconoce digitando nombres que no se sabe de dónde surgieron.

-El Estado pierde predecibilidad, situación que refuerza la ineficiencia, la discrecionalidad y las diferencias en la ciudadanía entre “los amigos del poder” de turno y aquellos que no cuentan con estas relaciones.

*Se concretan ingresos al municipio sin cumplir con los circuitos administrativos.
*Se crean estructuras y designaciones en los cargos jerárquicos sin evaluación.
*Existe una discrecionalidad en las recategorizaciones.
*Existen las solicitudes de exceptuar sanciones. 
*Se concretan pases, poniendo a la gente a disposición de Recursos Humanos.
*Se otorga y da de baja a cargos de manera discrecional.