Alberto y Pedro, el final de un camino Juntos

Marcaron una forma de gobernar sin diferencias internas

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Coronaron un ciclo sin rupturas. He ahí un éxito. Alberto Weretilneck, electo senador nacional y Pedro Pesatti, electo intendente, bifucarán sus caminos en los próximos días después de haber atravesado diferentes momentos políticos e institucionales. Dífíciles, oscuros, inciertos y tristes, pero que terminaron con éxitos electorales y posicionamientos políticos fuertes en el contexto provincial y en el importante y simbólico bastión que significa la capital, Viedma.

Ni cuando Pesatti quiso ser gobernador y no lo dejaron porque prefirieron a alguien menos ideologizada, como Arabela Carreras, ni ahí se quebró la relación entre el 1 y el 2 de la política institucional rionegrina. Pesatti se enojó, obvio, pero se mantuvo siempre en el camino de Juntos Somos Río Negro, aun cuando muchos alentaban y esperaban su salida del oficialismo provincial.

Pesatti, como se ve, tiene un fuerte componente político e ideológico y no es de los que pueden dejarse manejar, por supuesto. Y viendo el final del camino se puede observar que las decisiones que había que compartir las compartieron ambos y las que no, el ahora intendente electo fue orgánico y respetó lo que muchos han ponderado siempre de Weretilneck: su pragmatismo a la hora de decidir que lo ha llevado a puertos exitosos de la política.

Ayer martes, Weretilneck fue a acompañar a Pesatti a recibir su certificado como intendente electo y Pesatti hizo lo propio cuando el gobernador recibió su certificado como senador electo. Hubo abrazos, afecto y, a partir de ahora, nostalgias.

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