La UCR de Río Negro quiere sumar
su voz exigiendo mujeres al STJ, ante los trascendidos que circulan sobre la
candidatura de dos postulantes varones para las dos vacantes que se han
generado en el Superior Tribunal de Justicia.
Una sociedad más justa exige que
el Poder Judicial se interpele a sí mismo y se cuestione la absoluta ajenidad a
los cambios sociales que en materia de feminismo transita la Argentina. Nuestro
país se encuentra inmerso en un proceso de revolución feminista que si bien
lleva cientos de décadas de historia, irrumpió en los últimos años con la fuerza
de un vendaval que cubrió las calles a partir de la marea del Ni Una Menos. En
este escenario, la integración de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
compuesta por cuatro varones y una sola mujer, las Cortes y Tribunales
Superiores de Justicia de las 24 jurisdicciones del país, dónde de un total de
131 magistrados 89 son varones (68%) y 42 son mujeres (32%),
debieran constituir un grito de alarma para el propio Poder Judicial y para el
poder político que marca la temperatura de los Consejos de las Magistraturas.
No podemos dejar de mencionar en
este punto que fue también en este escenario, y sin que le temblara el pulso, que
recientementeel gobierno nacional del FdT decidió que la idoneidad, cuando de
una mujer se trata, no era prioritaria. Nominó a un “amigo”, ligado al PJ y al
gobernador Manzurpara completar la Cámara Nacional Electoral, dándole la
espalda a Alejandra Lázaro, la candidata que ganó el concurso de orden de
mérito establecido por el Consejo de la Magistratura y abortó así, en una
actitud bochornosa quequedará en los anales de la lucha feminista de la
Argentina, la posibilidad de poner punto final a la histórica tradición
masculina de este órgano.
Huelga decir que la
profundización de los cambios estructurales que necesita el servicio de
justicia, que ha sido históricamente ineficaz en la atención y respuesta de las
necesidades de las mujeres y de otros colectivos vulnerados, requiere mujeres.
Requiere idoneidad, sí. La idoneidad de las mujeres que desde los espacios de
toma de decisiones garanticen el compromiso del Poder Judicial con los derechos
humanos y con la aplicación de la perspectiva de género no sólo en los fallos
sino,transversalmente,en todo el servicio de justicia.
Vemos con mucha preocupación la
postura del gobierno provincial que de espaldas a las luchas feministas, atrasa
mil añospretendiendoinstalar una antinomia peligrosa al hablar de “idoneidad ‘sobre’
cupo”como criterios de selección y descartando de plano, la conjunción simple
de mujer más idoneidad.
Es tiempo de que conceptos como
éste dejen de tener lugar y micrófono. Es tiempo que los techos de cristal del
Poder Judicial de Río Negro, en dónde la presencia de mujeres decrece a medida
que se asciende en las escalas jerárquicas, estallen en mil pedazos. Es tiempo
de levantar la mirada y dejar de jugar el juego del poder mezquino y chiquito,
que hace que asegurar espacio para los acólitos se lleven puestas las luchas,
las reivindicaciones y los logros colectivos.
Florentina Gómez Miranda nos
enseñaba, allá lejos y hace tiempo, que la incorporación de mujeres a la
política transformaba la política. Hoy y aquí repetiría que la incorporación de
mujeres al Poder Judicial transforma la justicia. En ese convencimiento, la UCR
rionegrina se suma a la voces que ya se alzan en la provincia.
Y exige: tiene que ser una mujer. O dos.
16 noviembre 2024
Opinion