Reconocen dificultad para investigar y esclarecer estafas telefónicas

La fiscal Yanina Passarelli admitió que en muchos casos se debe pedir información bancaria a otras provincias y registros a empresas telefónicas.

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La fiscal Yanina Estela Passarelli admitió la dificultad que representa investigar y esclarecer las estafas telefónicas que en los últimos días se han perpetrado contra adultos mayores.


La integrante del Ministerio Público destacó que “en este último periodo con la pandemia se han incrementado las estafas y siempre se implementa una modalidad innovadora e ingeniosa para cometer estos delitos”.


Los dos últimos hechos tuvieron como víctimas a dos personas mayores, mediante “una modalidad de estafa que no habíamos tenido. Fueron dos casos con poca diferencia de tiempo y el mismo mecanismo. Se trata de un llamado a una persona mayor, por alguien que se hace pasar por familiar o un conocido y después se presenta otra persona a retirar el dinero”, explicó la fiscal.


“Generalmente se menciona a algún allegado que necesita hacer una transacción en el barrio o por distintos motivos, que va a pasar a buscar el dinero un amigo o en el caso de ayer el contador del banco”, indicó.


En el otro llamado además de dinero se pidieron joyas; en el primer caso quien pasó fue un hombre y en el segundo una mujer, ambos fueron en la zona céntrica por lo que no se descarta que tengan directa vinculación.


“Las víctimas en ningún momento desconfiaron de la situación, ya que el llamado se hace rápido, en tono familiar, se concreta rápidamente el engaño y recién cuando se detienen a pensar se dan cuenta. En un caso se llevaron 56 mil pesos y en otro 36 mil pesos y joyas”, indicó.


Otra modalidad de estafa es mediante un pedido de activación del chip del celular, mediante la cual se logra acceder a cuentas bancarias. “La activación de la tarjeta SIM es informal, las empresas no solicitan la identidad de las personas que lo hacen y el damnificado se da cuenta cuando llega una notificación de acceso a cuentas de correo”, manifestó.


Con esas características hubo dos casos en Viedma uno de los cuales se encuentra en trámite en la fiscalía que dirige Passarelli. “Sin embargo no se perpetró porque el damnificado lo advirtió antes”, sostuvo.


“Son casos muy complejos de investigar, a veces las cuentas bancarias corresponden a otras provincias y hay que remitir las causas a esas jurisdicciones. Los autores llaman desde otra provincia y el dinero de las cuentas bancarias se mueve a esos lugares. Por eso se intenta rastrear desde donde se llama, hay que solicitar a las empresas información sobre antenas o celdas y reconstruir el delito. También en algunos casos se buscan testigos y cámaras de seguridad”, afirmó.


Advirtió también que algunos hechos se llevan a cabo desde establecimientos carcelarios.

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