Río Negro es una de
las pocas provincias en la que los colegios que reúnen a los psicólogos no
tienen la administración de la matrícula profesional, algo que conlleva la
falta de controles y eventuales sanciones por mala praxis o incumplimiento de
la Ley que regula la actividad.
Actualmente la
autoridad habilitante y responsable de fiscalizar el desempeño profesional de
los psicólogos en Río Negro es el ministerio de Salud de la provincia, a
diferencia de otras jurisdicciones donde los colegios asumen también esta
responsabilidad.
Los profesionales que
ejercen en la provincia deben ser reconocidos y habilitados por el ministerio
de Salud, pero también tienen la obligación legal (Ley 4.349 de creación de los
Colegios de Psicólogos en la Provincia de Rio Negro) de colegiarse, requisito
con el que muchos no cumplen y nadie controla ni – eventualmente– sanciona.
El proyecto de Ley
impulsado por los legisladores María Eugenia Martini, Alejandro Marinao,
Daniela Salzotto y Daniel Belloso del Frente de Todos va, precisamente, en el
sentido de jerarquizar los Colegios de Psicólogos de Río Negro otorgándoles la
autoridad de administrar la matrícula de sus asociados y realizar los
seguimientos de la actividad desde los propios Tribunales de ética y disciplina
de cada colegio.
En este sentido la
iniciativa plantea la derogación de la Ley 4.349, y el reemplazo por una nueva
norma que no solo regule la actividad, sino además les confiera a los colegios
profesionales -son 5 actualmente en la provincia– la autoridad para fiscalizar
el cumplimiento de la Ley y el correcto ejercicio de la profesión.
“Los Colegios de
Psicólogos de la Provincia de Río Negro”, explica el proyecto en sus
fundamentos, “se encuentran frente a una grave contradicción al no poder dar
lugar a la intervención de su Tribunal de Ética y Disciplina ya que muchas
veces los profesionales denunciados no están colegiados, aunque sí matriculados
en el Consejo Provincial de Salud Pública. (…), esa función de control y
fiscalización”. Señala que “tampoco puede ser ejercida por los Colegios de
Psicólogos ya que reposa en la oficina de fiscalización sanitaria, pero
fiscalización justamente no tiene en funcionamiento un Tribunal de Ética y
Disciplina como así lo tienen los Colegios”.
En otras palabras,
cualquier denuncia por mala praxis u otros incumplimientos legales, hoy corre
serio riesgo de quedar sin sanción.
“Que como Colegios de
Psicólogos de la provincia de Río Negro manifestamos nuestra creciente
preocupación por las situaciones de vulnerabilidad a las que se encuentra
expuesta la comunidad, siendo afectada respecto a su salud mental debido a la
falta de manejo y control del ejercicio profesional”, destaca el proyecto.
Y advierte que “a
esto se suma el exponencial crecimiento de prácticas ilegales del ejercicio de
la profesión o de pseudo profesiones que se atribuyen funciones de atención y
tratamiento, tales como counselors, psicólogos sociales, terapistas florales,
socio terapeutas con formación religiosa, etc”.
La falta de controles
y el contexto de pandemia que pone a la población en un estado de alta
vulnerabilidad, han dado lugar a una serie de prácticas alternativas no
reconocidas por las autoridades sanitarias.
“Se trata de un
proyecto que viene a poner orden en un aspecto central de nuestro sistema de
Salud”, explicó María Eugenia Martini. “
“Las prácticas
referidas a la salud mental han estado sujetas a una Ley obsoleta en muchos
sentidos”, señaló, y destacó que “son propiamente los colegios de psicólogos de
Río Negro quienes han trabajado en la definición de esta nueva Ley; quienes
detectan un gris en la normativa, donde el Estado debería intervenir y no lo
está haciendo. Estamos recogiendo los aportes técnicos de los profesionales,
otorgándoles la facultad de controlar, y procurando actualizar y dar certeza a
la labor en todos los ámbitos de ejercicio de la profesión de las y los
psicólogas/os en nuestra provincia”.
En otro de sus
artículos la Ley dispone que “los profesionales que pretendan el ejercicio de
la Psicología, deben inscribir previamente sus títulos o certificados
habilitantes en el Colegio de Psicólogos y Psicólogas correspondientes al lugar
de ejercicio profesional”.
En tal sentido,
señalan los autores, la nueva Ley permitirá “un control directo sobre los
matriculados, tanto en las condiciones o requisitos para desempeñar el
ejercicio profesional en nuestra provincia, como así también para sancionar
aquellas transgresiones a la ética profesional a través del tribunal de Ética y
Disciplina”.
Además de la falta de
controles, existen otros aspectos como la falta de guardias en los hospitales y
sanatorios privados -tal como se dispone para otras especializaciones-; la
falta de uniformidad de criterios clínicos frente a situaciones que se plantean
en el ámbito de la salud mental; la inexistencia de estadísticas y
relevamientos, y de diagnósticos y prevención de sintomatologías, funciones que
hoy no cumple el ministerio de Salud provincial.
19 abril 2024
Río Negro