Este martes se realizó la audiencia de alegatos en el
marco del debate oral y público realizado contra dos hombres que habrían
utilizado un dispositivo inhibidor de señal para sustraer elementos de
vehículos estacionados. Ambos continuarán en prisión preventiva -en principio-
hasta el momento de la lectura de veredicto, prevista para el lunes próximo.
Fue la Fiscal Yanina Estela Pasarelli, que lleva la causa
desde el momento en que se perpetraron los hechos, el 28 de abril de 2021,
quien alegó en primer término.
Destacó en ese sentido que “pese a la grave calificación
legal, el devenir de lo ocurrido es de muy simple reconstrucción”. Así, volvió
a relatar cómo se produjeron los hechos, destacando las similitudes y
diferencias entre ambos.
Dijo que el primero, ocurrido a las 11.30 horas, incluyó
el uso del dispositivo inhibidor y permitió que los acusado accedieran “sin
fuerza ni violencia, al interior de la camioneta Kangoo estacionada en la calle
Guido 426, casi Irigoyen”.
Ello fue sostenido en la audiencia inicial, desarrollada
ayer, por el damnificado que reconoció que fue seguido por el auto que ocupaban
los imputados al momento de ser aprehendidos, y detalló las características de
la tijera de tuzar que le habían sustraído de su automóvil. “Una tijera única,
inglesa que describió y reconoció en las fotografías y que fue trasladada por
los autores con la misma bolsa en la que se encontraba”, dijo la Fiscal.
Esa tijera, es una de las diferencias entre el hecho
descripto, calificado legalmente como hurto agravado por el uso de de llave
falsa o elemento semejante; y el posterior, que fue imputado como robo agravado
por uso de arma.
En éste, cometido momentos más tarde, a las 15.45 horas
aproximadamente, también se accedió al rodado estacionado en Sarmiento al 300
“usando presumiblemente el inhibidor” pero una vez adentro fue destruida la
gaveta de la camioneta y, al ser sorprendido por el propietario del vehículo,
el acusado “lo intimidó con la tijera de tuzar. La misma tijera que habían
sustraído horas antes”.
Allí se inició la persecución en la que intervinieron el
propio damnificado, un grupo de adolescentes en bicicletas y agentes
policiales. En ese trayecto, que concluyó en cercanías al barrio 20 de junio,
donde ambos acusados admitieron vivir, se descartaron de la tijera. Todos ellos
declararon en el juicio y relataron la persecución con los mismos detalles.
Adelantándose a los cuestionamientos de la defensa en
relación al desapoderamiento, la Fiscalía explicó que los elementos fueron
recuperados “pero no porque no se haya concretado el mismo, sino porque los
sujetos se descartaron de ellos en la huida” y otros fueron secuestrados al
momento de la requisa del vehículo.
“La hipótesis de que los autores no hayan logrado
disponer de los elementos sustraídos, en nada obsta a la consumación del
delito”, enfatizó Estela Pasarelli.
En cuanto a la coautoría, el detalle de la vestimenta del
hombre que fue perseguido permitió identificar qué rol ocupó cada uno de ellos
en los hechos, ya que -al menos en el segundo- mientras uno lo perpetraba el
otro esperaba en el auto “estacionado a contramano” para facilitar la huida.
Este conductor fue reconocido, además, por una de las agentes policiales.
“Las circunstancias previas, concomitantes y posteriores
al hecho dan cuenta de que existía una decisión común de delinquir, un
concierto previo de voluntades, en función del cual ambos desplegaron su
accionar. No podemos quedarnos con la mera ejecución material del hecho (de
quien se introdujo en el vehículo para lograr el desapoderamiento)”, puntualizó
la Fiscal.
A su turno, los abogados defensores de ambos acusados
explicaron su pretensión de reducir la calificación legal de los delitos luego
de lo cual hicieron uso de la palabra ambos imputados.
La lectura del veredicto, a cargo de los jueces Marcelo
Alvarez, Carlos Reussi e Ignacio Gandolfi está prevista para el próximo lunes
en horas de la mañana.
17 enero 2025
Judiciales