En plena pandemia, un motociclista de Viedma sufrió
graves heridas por la maniobra mal señalizada de un automovilista en el barrio
Santa Clara. Por las secuelas incapacitantes deberá ser indemnizado con más de
12 millones de pesos.
El siniestro vial ocurrió cuando transitaba en su moto
por la calle Schieroni, de noche. Iba detrás de un auto- a unos 15 metros de
distancia- cuando cerca de la intersección con la calle Chimpay éste frenó,
colocó el guiñe y “se abrió” hacia la izquierda, es decir, hacia el carril
contrario. El motocilista interpretó que iba a estacionar, por lo que decidió
continuar por su carril. Sin embargo, en ese momento el automovilista efectuó
una maniobra brusca hacia la derecha: se atravesó en la calle para ingresar a
un garaje, sin advertir la presencia de la moto. El motociclista salió
despedido, voló por encima del capot del auto e impactó en la calle.
Como consecuencia de las lesiones debió ser trasladado
de urgencia al Hospital Zatti. Se le efectuó un seguimiento para ver su
evolución, necesitó tratamiento kinesiológico y le hicieron estudios de rodilla
y hombro.
En sede judicial primero se tramitó una causa penal y
luego se inició un juicio civil contra el automovilista y su aseguradora.
¿Qué dijeron las pericias?
El informe pericial accidentológico explicó que fue el
factor humano el que aportó la causa eficiente para el accidente: “el conductor
del auto circulando a velocidad precautoria ha comunicado mal su intención de
ingresar al garaje, ya que utilizó la luz de giro en lugar de las luces
intermitentes. Por su parte el conductor de la moto, circulando por detrás a
una velocidad levemente mayor que la del auto, inducido por la mala información
que recibe del conductor del auto, ha iniciado el sobrepaso. Lo hace antes que
el auto finalice la maniobra y como los movimientos de los rodados son
simultáneos, se produjo el choque en la intersección de ambas trayectorias”.
Un perito médico refirió que el motociclista quedó con
secuelas en su mulso derecho. También problemas en la rodilla, por lo que no
puede ponerse de cuclillas ni en puntas de pié. Además presenta cicatrices y su
diagnóstico médico indica que tuvo un politraumatismo en hombro y rodilla
izquierdos con heridas cortantes.
La pericia psicológica explicó que el conductor de la
moto “ha visto modificada su vida de forma negativa con el accidente, y que
ello ha impactado en su personalidad, toda vez que ha visto reducida la
posibilidad de realizar proyectos personales, familiares y laborales, además de
haber afectado el disfrute de su vida como adulto”. Aseguró que el motociclista
presenta un “Trastorno de estrés postraumático de tipo severo, vinculado al
accidente del que resultara víctima”.
Conclusiones
En la sentencia el juez civil explicó: “al momento de
producirse el impacto, y tal como lo ha referenciado el perito accidentólogo en
su informe con validez probatoria, el demandado ha intentado realizar un
ingreso a su vivienda pero ha fallado al comunicar al actor dicha maniobra”.
De esta manera, teniendo en cuenta las pericias y la
juventud de la víctima, el juez civil condenó al dueño del auto y su
aseguradora, Horizonte S.A., a pagarle al motociclista por incapacidad
sobreviniente una suma cerca a los 10 millones de pesos; por gastos médicos y
de farmacia casi 95.000 pesos y por daño moral una suma cercana a 1,8 millones
de pesos, más los intereses acumulados. También ordenó diferir para la etapa de
ejecución de la sentencia la cuantificación del rubro tratamiento
kinesiológico, daño psicológico y daños a la motocicleta.
17 enero 2025
Judiciales