Por Pablo Barreno (*)
La persistente pauperización
del servicio de la obra social de los rionegrinos y las rionegrinas tiene su
principal explicación en la pésima gestión del Gobierno provincial.
Para muestra basta un botón:
la obra social cerrará este año con un pasivo entre los 5.000 y 5.500 millones.
Las consecuencias las pagan directamente los afiliados con sus cuerpos: la
cobertura bajó al 30 o 35 por ciento en medicamentos para pacientes crónicos,
como hipertensos, que deberían tener una cobertura del 70 por ciento; y bajó al
28% en medicamentos diarios que no se pueden dejar de tomar.
Este desastre administrativo
consolida el estructural déficit económico del IPROSS, y al mismo tiempo
debilita las cuentas de toda la administración provincial (que básicamente es
la guita que aportan todos los ciudadanos y ciudadanas de Río Negro).
El cuerpo de los/as
trabajadores/as
Los miles de millones extras
que debemos poner los vecinos y vecinas porque los funcionarios no administran
bien nuestros aportes, son miles de millones que faltan en educación, salud,
seguridad y generación de nodos productivos en nuestra querida provincia.
Una de las explicaciones de
fondo para entender la crítica estrechez de recursos del Ipross, está vinculada
con el ajuste permanente que el Gobierno hace sobre el salario de los
trabajadores y las trabajadoras: cuando la Provincia dispone de subas
salariales no remunerativas, no se vuelcan al instituto. Esa variante de la
masa salarial ya ronda el 50%.
¿Qué son los conceptos no
remunerativos? Montos que no tendrán aportes a la seguridad social: ni a la
jubilación, ni a la obra social, ni tampoco al salario bruto que sirve para el
cálculo del aguinaldo, vacaciones o de la indemnización
Nuestros proyectos y las
negativas de JSRN
La respuesta política de
Juntos Somos Río Negro empeora la situación: el oficialismo se ha negado
sistemáticamente a los pedido de la bancada del Frente de Todos en la
Legislatura para convocar a la comisión especifica de "Seguimiento del
Ipross".
Y en esa misma línea, JSRN
impide el avance de la propuesta de reforma de la ley del Ipross, como así
también de los proyectos que presenté para crear un banco de medicamentos y
otro de prótesis, que permitirían ganar eficiencia, mejorar los costos que
asume el Estado y planificar respuestas a las necesidades de los afiliados/as.
Las preguntas finales son
las mismas de siempre: ¿Cuánto tiempo más resistirá el IPROSS? ¿Cuánto tiempo
más vamos a permitir que sigan destrozando así un organismo vital para todos/as
como la obra social?
(*) Legislador del FdT
16 noviembre 2024
Opinion