Roberto Díaz presidente de la Unión de Inquilinos de Río Negro consideró “una locura” modificar o derogar la ley de Alquileres y aseguró que significaría “desregular completamente el mercado para que le aumente el valor del alquiler cada vez que el propietario quiera”.

En ese sentido, rechazó los dichos del referente de una inmobiliaria local, Luis Brunt, en relación a propiciar acuerdos entre partes, por fuera de la ley, lo cual destacó que se tratá de la confesión de un delito. También cuestionó que el Estado no controla estos incumplimientos a la ley por parte de las inmobiliarias.

“La afirmación de que son sólo intermediarios, es una falacia. Cuando el inquilino no quiere aceptar algún tipo de apretada lo primero que dicen es si no te gusta tenés que irte, en un escenario sin ley volvemos a que te pidan tres meses de depósito, que el mantenimiento del inmueble vuelva a estar a cargo del inquilino entre otros condicionamientos”, afirmó.

Agregó que “afirmar que no cumplen la ley es grave porque lo que dijo es que cometen un delito, al menos su inmobiliaria. Sabemos de otras que fuerzan al inquilino a pagar por fuera de los contratos. Los colegios de martilleros están obligados a hacer cumplir la ley porque el Estado le delega deberes. Lo que está pidiendo es que haya más aumento, están diciendo que el inquilino pague más. Se ponen en un lugar de intermediación pero en realidad están poniéndose del lado del propietario. De las dos partes, el inquilino es la parte más débil, porque se le puede imponer las condiciones”.

Indicó que “establecer aumentos semestrales es licuar los ingresos del que paga, del inquilino. Hoy el 65 por ciento del salario se destina al pago de alquiler, sin ley va a ser mucho peor, quieren llevar por encima de la inflación los valores para alquilar”.

Profundizó que “la discusión va más allá de si ley sí o ley no. El contexto inflacionario impacta en todos los rubros de la economía, se aferran de esto para decir que hay que sacar la ley”.

Cuestionó que el “Estado no está haciendo nada para el cumplimiento de la ley, no controla. Uno ve el proceso inflacionario que en marzo dio 102,5 por ciento y el valor del alquiler aumentó el 90 por ciento, 12 puntos por debajo de lo que fue la inflación promedio. Es la primera vez que los alquileres están por debajo de la inflación”.

Reconoció que “están renovando con el 150 por ciento de aumento promedio, porque al año te hacen un contrato trucho, te liberan el precio y te imponen un aumento por encima de la inflación. Al inquilino sí le conviene esta ley, es una mentira del mercado que intenta decir que perjudica a los inquilinos, cuando en realidad lo que están haciendo es trabajar en la desregulación para cobrar mucho más”.

Se quejó de que “el Estado está ausente y faltan políticas públicas integrales de acceso a la vivienda. La ley mejora las condiciones porque tiene en cuenta la inflación y también el salario. Falta una política económica que resuelva el problema de la inflación y además una política para que haya más oferta. Cada vez hay más viviendas en manos de menos personas”.