Frente al resultado electoral del último domingo, asistimos a la visualización de la avanzada de un proyecto político que pretende canalizar el descontento eliminando derechos conquistados por el pueblo a costa de años de luchas y vidas. La inmediata reacción de los mercados, la especulación financiera, la escalada de precios y la reacción del FMI demuestran que este modelo es funcional a sus intereses, por consiguiente, contrario a la clase trabajadora.
La presión para imponer una nueva devaluación que empezó a manifestarse el lunes post elecciones tiene un doble efecto, generar una nueva pérdida del poder adquisitivo de lxs trabajadorxs, como contrapartida de la escandalosa concentración del capital en las manos de los mismos de siempre. En este marco, el pedido de reapertura de la discusión salarial es un primer paso que damos los sindicatos, pero no puede ser el único.
El resultado electoral demuestra la bronca hacia las fuerzas políticas tradicionales. El punto más complejo es que el candidato más votado el domingo, no deja lugar a dudas de su posicionamiento anti derechos, planteando, entre otras cosas, la eliminación del Ministerio de Educación, que nos afecta directamente, y la implantación de un sistema que reemplace la educación pública gratuita y obligatoria. Apunta a una privatización de la Educación. Y además, propone la eliminación de los ministerios de Trabajo, Salud, de Mujeres, Géneros y Diversidades, de Ambiente, de Ciencia y Tecnología, de Transporte y de Desarrollo Social, lo que implicaría la mercantilización de la vida.
Estas propuestas, que a las claras son irracionales, nos ubica al conjunto de sindicatos en alerta, establecer estrategias para discutir salarios por encima de la inflación, condiciones laborales dignas, porque no somos los responsables de la crisis, pero a la vez, defender los derechos conquistados, dar el debate político y accionar frente a las próximas elecciones de octubre, visibilizando la contradicción principal que estará en juego es defender y sostener derechos conquistados o perderlos todos en manos de la derecha que puede ser desaforada como Milei, o histórica como Patricia Bullrich, que siendo Ministra de Trabajo no dudó en recortar un 13% de los salarios de trabajadorxs activxs y jubiladxs
Como trabajadorxs entendemos que hoy más que nunca debemos convocar a organizarnos, defender la democracia y los derechos que tanto nos costaron, mientras exigimos a los gobiernos que pongan freno a la especulación, garanticen salarios por encima de la inflación y pongan límite a quienes priorizan la ganancia individual y el mercado por encima de los intereses colectivos.
8 diciembre 2024
Opinion