El DNU de Milei es desde lo económico, una bestial
aniquilación a la clase media argentina. Desde lo social es la prueba cabal del
desprecio hacia el que menos tiene. Y desde lo jurídico es un golpe a los
principios más básicos del sistema republicano y el respeto a la división de
Poderes.
Los inquilinos sufrirán una desprotección total, la salud
será un servicio inaccesible, los alimentos incrementarán sin ningún control y
el país entero podrá venderse al extranjero. Estos son solo algunos ejemplos de
las barbaridades que plantea y de los efectos inmediatos que promueve.
Ya no se trata de un país para pocos. Es la patria en Hot
Sale: reventemos todos, rematemos lo que queda.
Pero la oferta se mantiene mientras el pueblo siga
ausente y confundido. Mientras los efectos de la frustración por experiencias
pasadas y la bronca acumulada, sigan justificando “el cambio” o la “apuesta” a
un supuesto “gobierno diferente”. Por eso es imprescindible que tomemos real
dimensión de lo que está pasando: hay un
saqueo al bolsillo del trabajador asalariado, una destrucción de derechos
conquistados, un golpe a las instituciones del Estado y una insana ambición por
entregar el patrimonio de un pueblo, que de tan golpeado hoy no logra dilucidar
todo el daño que le están haciendo.
Llegó el momento de asumir el compromiso de defender la
Patria y hacer respetar nuestra soberanía. Son horas de angustia las que
vivimos, pero serán trágicas si no actuamos a la altura que nos exigirá la
historia. Todo medio de expresión, toda red social, cada mensaje, cada charla
es una oportunidad para despertar conciencia. El desafío es enorme, pero el
peligro inminente.
Comencemos a reconstruir la Patria que amamos con los
valores que fue fundada: viva nuestro País, viva la Argentina.
16 noviembre 2024
Opinion