La historia señala casi siempre la mirada de
los vencedores. Esta premisa me hace pensar más de una vez, que tan
ciertas son las verdades señaladas.
A veces, por
convicción o conveniencia ponemos en duda las cosas que suceden a
nuestro alrededor, pequeñas cosas pero que constituyen parte de
nuestro mundo.
Por otro lado, quienes forman parte del
poder real, aquellos que pretenden moldear el mundo a su manera y a
sus intereses -intereses siempre económicos- no dudan de que esa
verdad es en la que ellos creen, y esta verdad se va construyendo en
el relato, pero tambien en los hechos concretos que a diario se
manifiestan en las cosas que moldean nuestras vidas. Las relaciones
de producción son parte fundamental en la construcción de esta
historia. En el pasado la organización del trabajo -la producción
en serie habilitaba la idea de que nadie constituía el todo por sí
mismo y que cada uno era indispensable para ese todo- sin lugar a
dudas, esa organización del trabajo, alimento la idea de que somos
parte de un todo, la idea del cooperativismo, y esta forma de
organización del trabajo fue el fertilizador del surgimiento de las
organizaciones obreras; la idea de que solos no podemos, pero que
juntos somos invencibles, surgió precisamente en los tiempos de
mayor explotación colectiva.
En los últimos años, la
organización del trabajo dio un giro enorme en una buena parte de
las áreas -yo diría en la mayoría-; por un lado, el trabajo
industrial se fragmento a gran escala, es decir que cada parte del
total de un producto se puede llegar a fabricar hasta en 10 países
diferentes.
Por otro lado, la aparición del trabajo
online, permitió, o nos hacía creer que asi era, la libertad a la
hora de la organización de las horas y los tiempos de trabajo, pero
de a poco fue convirtiéndose en uno de los trabajos donde mas se
revela la explotación individual. Los cuentapropistas,
monotributistas y los trabajadores de deliverys, como “Pedido Ya”,
no solo muestran la cruda realidad de la explotación, además
constituyen en muchos casos un ejemplo de la competencia de unos
contra otros.
Todo esto a fomentado, poco a poco, la
desaparición del llamado trabajo formal y los beneficios obtenidos
en este ámbito tras años de lucha y de conquista de derechos
(condiciones dignas de trabajo, seguros de desempleo, vacaciones
pagas, regímenes de licencia, aguinaldos, etc), derechos que se les
niega a una buena parte de los trabajadorxs de hoy en día.
Claro
que con esto no quiero decir que hubo un tiempo en el cual lx
trabajadorxs gozamos de plenos derechos, de ser así hubieran
terminado las luchas por las demandas que aún seguimos sosteniendo y
por las que seguimos luchando; sin embargo, hoy asistimos a un
período donde el gobierno nacional viene por todos nuestros
derechos; para poder avanzar con esto, se construyo un relato basado
en convencer a una buena parte de la sociedad -excluida de estos
derechos como consecuencia de lo que ya expuse y de las malas
gestiones de los gobiernos anteriores- de que los derechos en
realidad son privilegios; de esta manera convenció a un fragmento de
la sociedad de que extirpando de raíz este problema soluciona la
pobreza y la falta de oportunidades para una buena parte del pueblo
argentino.
Si bien al día de hoy una buena parte de
quienes votaron a Milei estan viendo sus verdaderos objetivos, aun
hay quienes siguen creyendo en que el presidente va a solucionar los
problemas de la Argentina, y no es ahí donde debemos descargar
nuestro enojo, quienes tenemos otra postura, debemos convencer a
nuestros vecinos, amigos, familiares, pero nunca con odio; porque si
se aprueba la llamada “Ley ómnibus”, no será por culpa de los
votantes de LLA, si no por la anuencia de muchos que, aun formando
parte de otros proyectos políticos, de otros espacios partidarios,
no entendieron nunca que la representación política se ejerce
defendiendo las ideas, y no los intereses individuales. La idea de
que “un gobierno que asume necesita de herramientas mínimas para
gobernar y que la oposición debe entender eso porque hubo una
mayoría que eligió ese proyecto” no es más que zaraza para
justificar que estan defendiendo un Status Quo de la política,
dejando de lado a su pueblo, ya que jamas deberían justificar
entregar derechos para sostener a un gobierno.
Se vienen
tiempos todavía mas difíciles, pero con unidad hay
esperanza.
Desde nuestro espacio político, exigimos a
nuestros diputados/as y senadores/as que no voten en contra de los
intereses de nuestro pueblo y que en consecuencia rechacen el
proyecto oficialista
16 noviembre 2024
Opinion