Por Santiago Ibarrolaza*
En una provincia donde los hechos de inseguridad se hacen cada vez más presentes, donde bandas de narcos dirimen cuestiones de negocios a balazo limpio en las calles, donde los escraches y entraderas en domicilios ya son una constante, donde el arrebato a los laburantes ya es casi parte de la rutina diaria, vemos que sigue sin haber una política clara para terminar con este flagelo que afecta a todos.
La inseguridad no es solo un problema de la clase media y de los ricos, afecta al que se levanta cada mañana para salir a trabajar y tiene que esperar el colectivo en una parada sin luz, sin vigilancia, resguardado solo ante Dios, como así también a los jubilados que viven encerrados en sus casas. Así como estos ejemplos, hay cientos a lo largo de todo Río Negro. Desde la región andina hasta el atlántico estamos siendo presos de los delincuentes y la falta de reflejos total de nuestras autoridades.
Para empezar a atacar de manera firme la inseguridad necesitamos en el siguiente orden: decisión de nuestros gobernantes; policías equipados, bien remunerados y formados; legisladores creando leyes para atacar a la delincuencia. Es en ese sentido que solicitamos de manera urgente que el poder de turno se empiece a hacer cargo.
Desde la Legislatura vemos cómo ya en dos sesiones se han tratado infinitos proyectos de declaración que rayan lo absurdo y le toman el pelo a la sociedad pero no se ha trabajado por ejemplo dos proyectos de mi autoría: uno para terminar con los teléfonos en las cárceles y otro para sumar a la reiterancia como figura para poder meter preso a los malhechores que vuelven a delinquir. ¿Dónde está la prioridad de la hegemonía provincial?
Así como estos dos ejemplos de proyectos, faltan todavía más decisiones y propuestas de los legisladores. Menos declaración de interés de la empanada gallega y más lectura de los códigos procesales e interiorizarse con policías y fiscales para entender sus limitaciones. En este momento nuestro sistema de contención para delincuentes juveniles es una capoeira que solo sirve para lavar algunas culpas del organigrama. Nosotros estamos trabajando para que los jóvenes que delinquen paguen y se reinserten para funcionar realmente como sociedad.
Por último, es importante de una vez por todas llamar a todos los Consejos de seguridad locales en los municipios, esto es simplemente empezar a hacernos cargos. ¿Qué significa esto? que a través del Consejo municipios, policías, justicia y vecinos se sienten para empezar a desarrollar mapas del delito y acciones conducentes de prevención para que de una vez por todas tomemos el toro por las astas y nos dejemos de mirar al costado.
La inseguridad es un flagelo que somete a nuestra sociedad hace años y de algo estoy seguro, haciendo lo que estamos haciendo solo vamos a conseguir más rejas en las casas y más oportunidades para los ladrones.
*Abogado - Legislador provincial Bloque Libertad Avanza
6 noviembre 2024
Opinion