Otorgan compensación económica a mujer tras divorcio

El fallo de una jueza de Familia reconoce los derechos de una mujer que no pudo trabajar ni estudiar durante 18 años de matrimonio

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Una mujer recibirá una compensación económica tras un fallo judicial que reconoció el desequilibrio que se generó durante su matrimonio de 18 años, en el que no pudo estudiar ni trabajar debido a los traslados constantes por el empleo de su marido y el cuidado exclusivo de su hija. El juez determinó que el hombre deberá aportar un porcentaje de sus ingresos durante los próximos dos años, permitiéndole a la mujer capacitarse e intentar reinsertarse en el mercado laboral.

El Código Civil y Comercial de la Nación contempla el derecho a una compensación económica en casos de divorcio donde se genera un desequilibrio manifiesto, como ocurrió en este caso. La jueza a cargo destacó que la falta de oportunidades para la mujer durante el matrimonio, sumada a la dependencia económica hacia su esposo, la dejó en desventaja al finalizar la relación, especialmente en un contexto laboral que ha cambiado considerablemente.

Según el fallo, el hombre ascendió seis veces en su carrera profesional mientras que la mujer, dedicada al cuidado de su hija, no tuvo la posibilidad de formarse ni de ingresar al mercado laboral. Testimonios presentados en el juicio indicaron que el esposo "nunca le permitió" trabajar o tener una vida social activa. Aunque el demandado negó estos hechos, la jueza concluyó que, si bien puede que no se le haya prohibido explícitamente trabajar, el reparto de roles dentro de la pareja favoreció el desarrollo profesional del hombre y limitó las oportunidades de la mujer.

El fallo establece que el exmarido deberá abonar un porcentaje de sus ingresos, no menor al 40% del salario mínimo, durante dos años, un tiempo considerado suficiente para que la mujer pueda capacitarse y generar ingresos propios. Además, la jueza tuvo en cuenta que el hombre cumple con la cuota alimentaria para su hija y que la vivienda familiar está garantizada.

Este aporte económico no solo permitirá que la mujer se reinserte laboralmente, sino también que se liquide y distribuya el patrimonio matrimonial, lo que ayudará a equilibrar la situación económica entre ambos tras la separación.

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