Vecinos del balneario El Cóndor volvieron a manifestar su malestar por los reiterados desbordes vinculados al sistema de provisión de agua y denunciaron la falta de soluciones estructurales por parte de Aguas Rionegrinas S.A. (ARSA). La situación, que persiste desde hace años, se ha vuelto especialmente compleja en los últimos meses debido a nuevos episodios que han afectado la transitabilidad y generado serias molestias a residentes permanentes del lugar.
Sergio Tripailao, vecino de la zona afectada en la intersección de las calles 57 y 100, presentó días atrás un nuevo reclamo ante la Defensoría del Pueblo de Río Negro. En respuesta, ese organismo de control notificó a ARSA, que informó oficialmente que la Planta Potabilizadora de El Cóndor opera mediante un sistema de automatismo que regula el encendido y apagado de bombas cuando el nivel del agua se aproxima al rebalse.
Según la nota oficial firmada por la representante técnica de la empresa, Jimena Skrt, el sistema falló el pasado 14 de abril cuando el personal de cuadrilla se encontraba realizando una reparación, lo que demoró la intervención manual y derivó en un nuevo desborde. ARSA informó además que se procedió a solicitar una nueva bomba que permitiría, en caso de futuras fallas, el encendido inmediato de los módulos flotantes para desagotar el reservorio con mayor rapidez.
Sin embargo, Tripailao manifestó su descontento con la respuesta recibida. “Solo tratan de justificarse y buscar excusas, sin brindar una solución real a los inconvenientes que ocasionan los derrames”, señaló. El residente advirtió que no se trata de un hecho aislado y expresó que la situación afecta directamente la posibilidad de salir de su domicilio cuando se producen los anegamientos.
En un mensaje dirigido a las autoridades, el vecino expresó sentirse desamparado por la falta de respuestas concretas y anticipó que, de no mediar una solución definitiva, iniciará acciones judiciales y penales contra la empresa por los daños y perjuicios sufridos. “Nos conforman con un informe, pero no se resuelve el problema de fondo”, afirmó.
El conflicto no es nuevo. Ya en 2023 Tripailao había elevado un expediente a la Defensoría del Pueblo que derivó en un compromiso de intervención por parte del Departamento Provincial de Aguas (DPA). No obstante, según relató, los episodios de desborde continuaron en 2025, agravando las condiciones de vida en el sector y dificultando la circulación por las calles de tierra, especialmente cuando las lluvias coinciden con estos derrames.
A esto se suma el deterioro generado por el paso constante de maquinaria pesada en el barrio, que según describió el vecino, profundiza los desniveles de las calles y expone la arcilla, volviendo intransitable el área afectada. "Intenté cruzar la calle y no se puede, te quedás pegado", relató.
Tripailao indicó que presentó reclamos ante distintas dependencias, como la Delegación Municipal y la Junta Vecinal, pero en todos los casos fue derivado nuevamente al DPA, sin que se haya logrado avanzar en una solución concreta.
El caso refleja una situación más amplia que involucra a otros sectores del balneario, donde también se han reportado deficiencias en el sistema de agua y saneamiento. Mientras tanto, los vecinos esperan respuestas efectivas que permitan evitar nuevos derrames y garantizar condiciones dignas en el espacio público.
15 mayo 2025
Viedma