Advierten que la baja del precio del asado en la región sería transitoria

Edgardo Tejeda señaló que la reducción responde a remanentes de frigoríficos y que no está garantizada en el tiempo

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El técnico del INTA Valle Inferior, Edgardo Tejeda, analizó la situación del mercado cárnico tras la flexibilización de la barrera sanitaria y la habilitación del ingreso de carne con hueso al sur del río Colorado. Indicó que la disminución reciente en el precio del asado en la región es circunstancial y responde a remanentes enviados por frigoríficos exportadores, por lo que no estaría asegurada su continuidad.

Tejeda explicó que el ingreso de cortes con hueso desde el norte del país permitió que frigoríficos de La Pampa colocaran en el mercado patagónico excedentes de asado que no pudieron exportar. “Ese movimiento bajó el precio de ese corte en particular, pero no se registraron cambios en el resto de los productos, que mantienen costos altos por la logística y la falta de competencia en la Patagonia”, indicó.

Según datos que maneja el INTA, el valor del asado en supermercados patagónicos pasó de alrededor de 16.700 pesos el kilo a 12.800 en el último relevamiento. Sin embargo, Tejeda advirtió que una vez que se agoten esos remanentes, los precios podrían volver a subir. “No hay cambios estructurales que permitan sostener esta baja. Además, cortes como la pulpa, que siempre ingresaron libremente del norte, no han tenido modificaciones de precio”, detalló.

El especialista expresó la preocupación del sector por el impacto de la flexibilización de la barrera sanitaria, en especial ante la reciente resolución de Chile de someter a la región a una nueva auditoría para el ingreso de carne y genética. Señaló que esta situación podría anticipar dificultades similares con la Comunidad Europea, lo que afectaría principalmente a productores del sur del país, más dependientes de las exportaciones.

En cuanto al ganado en pie, Tejeda indicó que el precio ha caído casi mil pesos por kilo desde febrero, primero por la incertidumbre y luego de manera sostenida, afectando la rentabilidad de los productores. Aunque consideró que los márgenes actuales de la ganadería son aceptables, remarcó que la falta de lluvias en sectores de la Patagonia, sumada al encarecimiento del financiamiento, complica la situación. “Las tasas se han duplicado en pocos meses, y la ganadería es muy estacional: el productor necesita financiamiento para llegar a las ventas”, puntualizó.

Tejeda concluyó que, si bien el mercado interno ha mostrado una baja puntual en el precio del asado, los desafíos para la ganadería patagónica se mantienen, con un escenario externo incierto y costos internos que continúan siendo elevados.

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