Lo que debía ser un momento solemne en la sesión legislativa de este jueves —el espacio de los homenajes— terminó convertido en un fuerte cruce entre pares. Todo comenzó con un discurso que pretendía ser un tributo al Libertador José de San Martín, pero que terminó desatando una polémica que dejó al descubierto tensiones ideológicas, homofobia encubierta y hasta amenazas en el recinto.
El legislador Fernando Frugoni, de la CC-ARI (espacio aliado a Juntos Somos Río Negro), tomó la palabra para evocar al Padre de la Patria. Pero en su intento por construir un relato épico, terminó refiriéndose despectivamente a otro personaje de la historia argentina como "afrancesado", sin mayores explicaciones ni contexto, aunque con un tono cargado de desprecio. Lo que pareció, a simple vista, un desliz intelectual, se reveló después como algo más profundo.
Lejos de dejar pasar el comentario, el presidente del bloque Vamos con Todos, José Luis Berros, también aprovechó su turno de homenaje pero cerró su intervención con una réplica afilada y valiente: recordó que, en otros tiempos, se utilizaba el término "afrancesado" como sinónimo de “afeminado”, y que ese tipo de calificativos mutaron con los años en los insultos que hoy se usan para discriminar a las disidencias sexuales."Antes les decían afrancesados, ahora somos putos y maricas", afirmó. Como integrante de la comunidad LGBT, Berros no se guardó nada: condenó lo que consideró una expresión homofóbica y denunció que esa violencia simbólica es prima hermana de la violencia real que ha costado vidas en la Argentina.
El aire se puso denso en la Legislatura.
Frugoni, visiblemente incómodo, pidió hacer uso de la palabra nuevamente para responder. Pero el presidente del Parlamento, Pedro Pesatti, le cerró el paso con firmeza: "Mida sus palabras", le dijo, en un gesto que fue recibido con aplausos por buena parte del recinto.
Lo que siguió fue aún más grave. Lejos de calmarse, Frugoni se dirigió al vicegobernador, lanzó una amenaza: "Vos y yo ya lo vamos a hablar afuera", dejando flotando en el aire una tensión digna de un patio escolar, pero absolutamente inadmisible en una institución democrática. Minutos después abandonó el recinto... aunque al rato volvió, como si nada hubiera pasado.
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5 diciembre 2025
Río Negro