El ex director de Comunicaciones del municipio explicó los motivos por los cuales los medios de prensa no pudieron ubicarlo luego de la sesión del viernes pasado, particularmente el lunes pasado y ayer.
“No me encontraban porque ya desde el sábado, incluso antes, andábamos en el tema de la alianza Alfonsín-De Narváez. Obviamente que un hecho político de esa naturaleza no me satisfacía para nada y no la voy a acompañar simplemente porque soy peronista”, subrayó.
Dijo que a partir de ese hecho “cambié mucho mi postura porque creo que es muy difícil aceptar esas condiciones”.
Con referencia a la bochornosa sesión del viernes, admitió que “es cierto que hay cosas que se hicieron mal, pero todavía estamos a tiempo de corregirlas. Se embarró mucho la cancha con tantas posiciones diferentes”.
Reiteró que sus cambios tuvieron un sustento político “a partir de que mi referente se va con un radical; yo fijo mi posición. El pacto se confirmó el sábado, pero lo sabíamos antes. Es más, teníamos las invitaciones para ir al acto”.
Denuncia de prebendas: devolvió la acusación
Más adelante fue consultado en FM de la Costa por los dichos del edil Ricardo Tellería, quien señaló que “es sabido en todos lados que al concejal (Artíles) le han ingresado a su hija a la Agencia Municipal de Recaudación. No sé si eso puede ser interpretado como una prebenda”.
“Gracias a Dios no tengo que esconderme de nada ni de nadie. Este muchacho, el concejal Tellería (SIC), deja bastante que desear como persona”, acusó Artíles.
Seguidamente añadió que “más allá de eso, es cierto que mi hija entró a trabajar, no lo voy a negar, pero viene hablado hace más o menos un año y medio, cuando dije que si había algún lugar ella necesitaba un trabajo. También es cierto que entraron otras personas mediante esta situación. Dio la casualidad que mi hija ingresa hace 20 o 30 días en el área de Recaudación Municipal”.
Sostuvo que “si hubiese sido una prebenda mi hija hubiera entrado a trabajar 15 o 20 días después de la sesión”.
Allí contraatacó: “Lo que no dice Tellería es que él en el año 2009 arregló una situación, calladito la boca y una hora antes de subir al estrado. Ahora resulta que somos todos Carmelitas Descalzas. Me quedé calladito la boca y sufrí las consecuencias porque podría haber sido presidente del Concejo Deliberante. Acá cada uno hace lo que le parece. Pero parece que lo que hace él está bien y lo que hacen los demás está mal”.
Artíles admitió que esta situación “me trajo inconvenientes particulares porque la gente me conoce desde hace muchos años y siempre me he portado bien”.
Finalmente, descartó que su cambio de postura haya estado relacionado con algún pedido del jefe político de su sector, Haroldo Lebed. “No estoy distanciado de Lebed, pero que quede claro que no nos bajó ninguna línea. Lo digo con absoluta certeza”.
“Jamás me llamó para decirme qué hacer. Él nos eligió para ser concejales, pero quédense tranquilos que en esta no está metido”, aclaró.
Finalmente expresó que “no me imagino trabajando para Curetti, pero no lo descarto porque soy peronista”.