“Este articulo editorial me ha llevado a reflexionar acerca de la imposibilidad en la cultura de dimensionar el alcance de la tarea docente. Los maestros vamos consolidando a lo largo de nuestra carrera un saber pedagógico y didáctico que en forma permanente nos pone en relación con la sociedad del conocimiento y con la responsabilidad ética e ineludible en la formación de ciudadanos capaces de contribuir a la consolidación de la democracia.
¿Hoy la pregunta que surge es si estaríamos capacitados para gobernar?
La tarea docente nos exige estar permanentemente actualizados para construir, idear estrategias pedagógicas y didácticas que permitan a los estudiantes acceder a competencias ciudadanas de impacto en los derechos humanos, la tolerancia, la no discriminación, la deliberación democrática y el respeto a la diversidad social y cultural que es en definitiva el respeto por el otro y la convivencia para el bien común.
Nuestro cotidiano nos relaciona e impacta en la sociedad toda: niños, jóvenes, adultos, instituciones intermedias.
Quiero decir con esto: habla muy bien de los gobiernos rionegrinos tener un candidato a gobernador que sea maestro.
Disiento con la señora Miller, no hay una estrategia equivocada. Hay en cambio una estrategia distinta que se aleja del prototipo del deber ser de un candidato a Gobernador que debe ser mediático, abogado, vestido de “elegante sport” y con un lenguaje plagado de clisés y abundantes “lugares comunes”. Ah, y si pudiera ser de Roca, mejor.
En suma: no sólo creo que a Barbeito lo respalda su título docente y todo lo que él conlleva; sino que además no podemos olvidarnos que la carrera política de Barbeito no empezó en el Ministerio de Educación sino muchísimos años antes en su propio pueblo.
Pero fundamentalmente lo respalda su capacidad de debatir y consensuar, su hombría de bien, su trato con todos los estratos sociales y su profunda necesidad de transformar esta provincia.
16 noviembre 2024
Opinion