Lindo el malvón, pero, a todas luces olvidable. Por eso lo de Jorge Ocampos, el malvón que acompaña a Magdalena Odarda en su boleta. Dos veces la acompaña, como candidato a vicegobernador y como aspirante a una banca de legislador en el 2º lugar de la lista de representación poblacional del ARI.
De cualquier modo y aunque resulte un malvón, es menester admitir que Ocampos es un hombre afortunado. Alejado durante tantos años de su vocación de comunicador, ahora, merced a los favores de la política o los favores que fueren, puede publicar cualquiera de sus múltiples ocurrencias en una gran cantidad de medios.
Uno se pregunta porqué Odarda habrá aceptado componer la fórmula con un comunicador del que poco se sabía en los últimos 15 años, y se descarta de inmediato que podría haber sido por que representa la diferencia entre pautar spots de campaña o no pautarlos. Inmediatamente y a pesar de la imagen de malvón, se descarta una elección utilitaria y entonces sobreviene, como una epifanía, el intenso valor que luego se traducirá en votos, a partir de la febril actividad comunicadora del compañero de fórmula de Magdalena Odarda.
A pesar de que la suspicacia orienta a pensar que Ocampos, de haber apostado al radicalismo, luego de sus casi 20 años de ostracismo, no habría podido obtener no ya una candidatura a vicegobernador, sino, ni siquiera, a legislador, ni, quizás, para el tribunal de cuentas de la municipalidad de Cipolletti; esto convierte la oferta de Odarda, que por ahora le reporta el beneficio de publicar su infinita producción de ideas, en una oferta más generosa que regalo de abuela rica.
Así las cosas, y en una estrategia que provoca inquietud, Jorge Ocampos sale de su exilio porteño para intentar picotearle algún voto a César Barbeito y ponerlo en la bolsita de Odarda.
El ocurrente escriba, justificó su paso de baile en cierta ortodoxia radical, lo que por cierto, por lo menos mueve a risa teniendo en cuenta el reclamo generalizado de los candidatos radicales de todo el país, con chances de ganar, para despegar de Ricardito y De Narváez, e incluso llegar al extremo, como en Mendoza, de sugerir la posibilidad de llevar arriba al socialista Hermes Binner.
A propósito, y como curiosidad, el sector en el que revestía Ocampos, el de Bautista Mendioroz, ¿en qué momento hizo señales de acercamiento con el aspirante a candidato y ahora candidato de la UCR, Ricardito Alfonsín?
Con facilidad es posible recordad las fotos con Elisa Carrió, las fotos con Julio Cobos, las fotos con Ernesto Sanz, pero en el álbum, el sector del vicegobernador y estrecho amigo personal de Ocampos, no hay foto con Ricardito Alfonsín a quien incluso, evitaron prolijamente, como cuando el hijo del ex presidente irrumpió groseramente en la interna rionegrina.
En fin que revisando lo expuesta, la condición de malvón es un verdadero beneficio para Ocampos ya que todo lo actuado será más sencillo de pasar al olvido.
Mariela Fuentes
DNI 34.397.584
Juventud Radical Cipolletti
16 noviembre 2024
Opinion